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IU y su apuesta por una democracia abierta

Senado y ley electoral son los puntos clave de la federación, pero también ampliar la nómina de derechos y profundizar en los mecanismos democráticos

JUANMA ROMERO

Las flaquezas del modelo de Estado alumbrado en 1978 también han sido escaneadas por Izquierda Unida. Y las plantea para 2008. Incidirá con fuerza en dos reformas: Senado y ley electoral.

El coordinador general, Gaspar Llamazares, recordó ayer la necesidad de hacer obras en la Cámara alta. No detalló cómo. Pero la coalición ya se pronunció al respecto en 2005, en un documento que aprobó la Comisión Permanente al calor de la propuesta que hacía el Gobierno. Entonces, la federación defendió que la elección de senadores se hiciese a través de las autonomías, y no sobre las provincias. Se haría de forma dual. Parte de los senadores serían elegidos por los gobiernos regionales (en igual número) y parte por los parlamentos autonómicos, de forma proporcional y según población.

IU además engordaría las competencias de la Cámara alta (iniciativa exclusiva en materias propias, control al Ejecutivo en política autonómica, foro de debate de la estructura territorial del Estado...).
La ley electoral que prevé la coalición, en cambio, no requeriría, en principio, tocar la Constitución. Propone un Congreso de 400 diputados, 50 de los cuales se elegirían en una bolsa nacional de reparto.

El texto de 2005, “plenamente válido hoy”, asegura la dirección, aboga por “reconocer con claridad el carácter pluricultural y plurilingüístico del Estado”, un “reparto nítido de competencias” entre autonomías y Gobierno central, la supresión de las provincias como circunscripción y ampliar el rango de derechos (paridad, voto a todos los residentes, eutanasia, vivienda digna, discapacitados, participación...).

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