Este artículo se publicó hace 16 años.
Izagre busca 'la fosa de los estudiantes' fusilados
La ARMH trató de encontrar los restos de varios represaliados de León
No saben sus nombres pero todos los vecinos de Izagre (201 habitantes) conocen la historia de los estudiantes enterrados en la cuneta del eral. Los fusilados en el otoño de 1936 en la "fosa de los estudiantes" han sido ocultados bajo tierra durante más de siete décadas. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), a petición de algunos familiares, trabaja esta semana para recuperar los restos. Sería la segunda fosa abierta en un mes en este pueblo decidido a cerrar las heridas para siempre.
Los arqueólogos trataron este lunes de encontrar el punto exacto de los cuerpos. Los testimonios orales fueron confusos. "Unos dicen que los enterraron aquí y otros un poco para allá. Pero unos metros en estos casos es mucho espacio", explica Santiago Macías, vicepresidente de la ARMH. El pasado martes fueron encontrados los restos de otros ocho vecinos socialistas y sindicalistas de La Bañeza. Todos habían apoyado, desde sus puestos de trabajo, reformas laborales igualitarias.
No todos los fusilados anónimos eran en realidad estudiantes. Según los testigos de la época eran universitarios de Veterinaria en León, vecinos de otros lugares cercanos. Uno de los testimonios dice que uno de los penados vestía diferente. Era un joven campesino. Los vecinos que tuvieron que ejercer de enterradores recuerdan que había más cuerpos de los que se cree.
Otros dos fusilados
Los investigadores recibieron una denuncia de desaparición de uno de los descendientes de Diómedes Francisco Blanco y Casimiro Ibán, dos vecinos de Villaroañe fusilados en el otoño de 1936. Según cuenta Hermenegildo, sobrino de Diómedes, su tío e Ibán fueron fichados por los represores por haber acudido a un entierro civil en Villaturiel con una bandera comunista.
Hasta ahora no habían conectado a estos dos represaliados con los supuestos estudiantes. Pero la investigación de los testimonios orales de los testigos de la época los ha unido. Los vecinos labradores de Izagre se encontraron con los cuerpos después de escuchar unos disparos durante la noche. Eran 11, según recuerdan y unos de los vecinos reconoció a un compañero de Veterinaria. De ahí la deducción de que todos eran estudiantes. Según los cálculos todo encaja. Son los supuestos nueve estudiantes y los dos vecinos de Villaroañe.
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