Spanair no sólo ha pedido el concurso de acreedores por su 'insolvencia'. Otra demanda que figura en el escrito remitido a los juzgados de Barcelona es su 'liquidación'. Y en eso está el juez, que desoyó la petición de un grupo de 51 pilotos y tres sociedades acreedoras y dictó este miércoles el concurso voluntario. Grupo Gispert, Abogados y Economistas será el principal administrador de una quiebra que deja un agujero de 352 millones de euros y lleva aparejado el despido de 'más de 2.500 trabajadores', según consta en el texto.

El caso es de tal magnitud que el titular abre la puerta a que actúen tres administradores concursales, hecho que deberá decidir el bufete Gispert. Según el auto, 'más de 2.500 trabajadores involucrados en un ERE, más de 3.000 acreedores, complejos contratos de utilización de los aviones, establecimientos y oficinas dispersos por el territorio nacional, multitud de procedimientos judiciales mercantiles y administrativos en marcha' requerirían de esa concentración de esfuerzos.

La dirección de la empresa espera cerrar el ERE en un plazo de 30 días

Se abren ahora dos meses para que el equipo encargado del caso elabore un informe sobre la quiebra de Spanair, si bien sus decisiones empezarán a notarse en cuestión de días. La actual dirección de la aerolínea continuará con las riendas, pero cualquiera de sus decisiones deberá ser ratificada por el administrador concursal.

El titular del Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona considera que los intereses de la plantilla son ahora la principal cuestión del concurso. Y por eso justifica su rechazo al concurso necesario instado por los pilotos, de quienes subraya su 'intención evidente y abusiva de intentar alterar el régimen de intervención de facultades y, sobre todo, de obtener un beneficio para privilegiar su crédito frente a acreedores de su misma clase'. Esa virtual situación habría generado 'desprotección de los trabajadores' y 'verían frustradas sus expectativas de una rápida solución y una recolocación exitosa', asegura.

Justo ese objetivo fue el que salió implícito de la primera reunión entre el comité de empresa y la dirección. La dirección de Spanair mostró su intención de tener listo el ERE en 30 días y los representantes de los trabajadores se mostraron de acuerdo. Quieren 'agilizar' el proceso 'para que los trabajadores puedan cobrar lo antes posible la prestación de desempleo', explicó el representante de USO en el comité, Jordi Mauri, tras la reunión.

La plantilla de la aerolínea inicia protestas en la calle contra los impagos

La regulación afectará a 2.604 trabajadores directos. Los representantes del personal también reclaman cobrar lo antes posible lo que les falta de la nómina de enero, de la que han recibido 1.000 euros. 'Por parte de la empresa nos han informado de que probablemente, por no decir casi seguro, habrá que ir al Fogasa [Fondo de Garantía Salarial]', aseguró Mauri, que se mostró preocupado ante la lentitud del proceso de cobro.

La ausencia en la reunión del presidente de Spanair, Ferran Soriano, y de la Generalitat molestó a los sindicatos, que piden que la Generalitat asuma su responsabilidad también sobre las nóminas pendientes y han logrado llevar su situación ante el Ministerio de Fomento. Anoche, este departamento informó de una reunión prevista para mañana en la sede del Ministerio de Empleo con una delegación de CCOO, UGT y USO.

Mientras se celebraba la reunión de este miércoles, a las puertas de la sede de Spanair se reunieron unos 300 trabajadores al grito de 'Aviones llenos, ¿dónde está el dinero?' y 'Ryanair, vete a tu país'. Su ira acabó cortando durante 15 minutos la Gran Via a su paso por L'Hospitalet. El próximo lunes habrá más protestas.