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La Ley Antitabaco saca las mesas a la calle

Las solicitudes de terrazas se disparan a los seis meses de la nueva norma

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Llevaban años solicitando sin éxito al Ayuntamiento de Madrid que les dejara poner una terraza frente a su pequeña taberna, en la zona del Pinar de Chamartín. Este año Luis y Carlos han podido finalmente colocar mesas a las puertas de su concurrido establecimiento. No saben cuál es la razón del cambio, pero sospechan que algo ha tenido que ver la Ley Antitabaco, que cumplió ayer sus primeros seis meses de vigencia.

De hecho, la prohibición de fumar dentro de los establecimientos ha disparado el número de solicitudes para sacar mesas a la calle en Madrid. Así, de enero a abril, las solicitudes de terrazas aumentaron un 33,8% en relación con el mismo periodo de 2010 y, en consecuencia, este año hay más terrazas que nunca.

Este verano habrá un 60% más de terrazas, según los hosteleros

A escala estatal, la Federación Española de Hostelería (FEHR) calcula que este verano el número de terrazas ha aumentado alrededor de un 60% respecto a hace un año. 'Antes, había quien decía que, para poner dos o tres mesas, no le valía la pena, ahora sí', asegura el presidente de FEHR, José María Rubio, que se teme que, pese a que 'este es un buen año para el turismo', cuando llegue octubre, los hosteleros volverán a 'sufrir'. El sector insiste en que la Ley les ha causado pérdidas.

El encargado de un bar situado en plena calle de Fuencarral de Madrid, con tres mesas en la calle, es de este mismo parecer: 'Antes los cliente se tomaban cinco copas y ahora una', asegura. Sin embargo, muy cerca de allí, Chema, encargado de otro bar en el barrio de Malasaña, opina lo contrario: 'Nosotros lo hemos notado para bien'. Hace tres semanas montaron la pequeña terraza que ya instalaron el año pasado y la clientela no se ha reducido. 'Yo respiro mejor, y eso que soy fumador. Además, se crea muy buen rollo en la puerta. Lo único es que hemos tenido que contratar a una persona para que controle que no saquen las bebidas a la calle y no alboroten', explica Chema.

También Eduardo León, que tiene un bar en el barrio barcelonés de Sant Andreu, cree que la terraza le saldrá a cuenta. 'La gente que antes estaba dentro del bar ahora está fuera', explica León, que asegura que no ha perdido clientes por la Ley Antitabaco. 'Me ha bajado la faena, pero no por el tabaco, sino porque la cosa está muy mal', reconoce. También es más saludable trabajar ahora: 'Imagínate no fumar y tener que estar 17 horas dentro de este bar mientras todo el mundo fuma'.

'Hemos notado la Ley para bien', dice el encargado de un bar de Madrid

En Sevilla, donde se han presentado 746 solicitudes este año, frente a las 1.283 de todo 2010, según el Ayuntamiento, los hosteleros piden que se agilicen las concesiones. 'No salimos de una, la crisis, y nos metemos en otra, la Ley Antitabaco', se lamenta el gerente de la Asociación de Hostelería de Sevilla, José Luis Camarero. Tras recordar que hay bares que esperan años hasta conseguir una licencia de velador, Camarero señala que 'hay zonas consideradas como saturadas que habría que revisar, porque hay bares que necesitan ahora la terraza'. El Ayuntamiento ya trabaja para agilizar las licencias.

Mientras, en Bilbao, la Ley Antitabaco ha incidido sensiblemente en el aumento de terrazas. El Ayuntamiento ha concedido este año 831 licencias para poner terraza, más que en 2010 (722) y 2009 (623).

Miguel Cuesta, que en febrero abrió un café cerca de San Mamés, cuenta que muchos clientes que frecuentaban la cafetería donde trabajaba antes, que no tiene terra-za, acuden ahora a su café para poder tomar algo mientras fuman en el exterior: 'La gente que quiere fumar y se queda fuera aunque haga frío'. No obstante, sostiene que 'la hostelería ha perdido clientes e ingresos con la nueva ley', ya que 'hay gente que ya no se queda a tomar el café después de comer porque no puede fumar'. Y es que, según un estudio de la Asociación de Hostelería de Vizcaya, las ventas cayeron de media un 23,3% entre enero y abril respecto al mismo periodo en 2010. El informe atribuye la culpa de este descenso a la crisis y la Ley.

En A Coruña, Celia Laya, que regenta una chocolatería, admite que a ella le ha beneficiado la Ley. 'Pedí el permiso para instalar la terraza cuando se aprobó la ley y lo cierto es que a mí no me ha ido mal', se sincera.

A pesar de que los más agoreros advirtieron que las condiciones climáticas de Galicia condenarían al fracaso las terrazas, la verdad es que en estos seis meses pueblan las calles de las principales ciudades gallegas. Lo corroboran los datos de la Confederación Hostelera de Galicia (Cehosga); sólo en la ciudad de A Coruña se han duplicado las solicitudesde terrazas.

El reverso de la moneda corresponde a las denuncias vecinales por los ruidos, que, según reconocen los hosteleros, han aumentado. Otras quejas tienen que ver con la limpieza. 'Desde que no se puede fumar en los bares, las calles están sucísimas, llenas de colillas', lamenta Celia.

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