Este artículo se publicó hace 13 años.
El listón que Aznar le dejó a Rajoy: un millón de votos
El PP logró 981.785 papeletas más que el PSOE en 1995, la mayor ventaja que obtuvo jamás en unas municipales
El Partido Popular ganó las elecciones municipales de mayo de 1995 por 981.785 votos. Un año después, José María Aznar llegó a la Moncloa. Mariano Rajoy sueña ahora con que la historia se repita. Pero es consciente de que el listón está muy alto.
Los conservadores no hacen más que establecer paralelismos entre ambas etapas. Entonces el PP venía de cosechar un triunfo en las gallegas y en las europeas, el PSOE estaba tocado en las encuestas y su líder, Felipe González, era ampliamente cuestionado. El PP, tal y como hace ahora, comenzó a exhibir su cara más moderada y fue ganando terreno en un panorama ensombrecido por los escándalos de corrupción y la mala situación económica.
Los cargos del PP ya piden que el 22-M se convierta en una moción de censura
Muchos dirigentes del PP creen que la situación se repite ahora y el éxito está asegurado. Pero Rajoy huye de triunfalismos y, en la última reunión de la Junta Directiva Nacional, pidió a los suyos que no se confiaran.
En el PP creen que la crisis y el debate sobre la sucesión de Zapatero les va a allanar el camino. Pero también saben que, en las elecciones municipales, la distancia entre partidos suele ser muy corta. Algunos cargos del PP se conformarían con dos o tres puntos de ventaja. "Viendo la secuencia de los últimos resultados electorales no estaría mal", confiesan. "Pero no es un camino de rosas y tenemos que pelearlo", admiten.
La derecha no quiere fijarse techos. Y recuerda que hay múltiples parámetros para apuntarse la victoria. "También se puede determinar en función del número de concejales que logre cada partido o de quién consiga más capitales de provincia, teniendo en cuenta que algunas son más simbólicas que otras, como Sevilla, Barcelona o A Coruña", dicen en la sede nacional.
El PP se conformaría ahora con dos o tres puntos de ventaja sobre los socialistas
Además, los conservadores no olvidan la clave autonómica. En el 95 se produjo un vuelco: el PSOE perdió su hegemonía y el PP pasó a gobernar siete comunidades más: Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, Madrid, Murcia y País Valencià. Cinco de ellas eran del PSOE. En aquel momento, los conservadores ya estaban al frente en Galicia y Castilla y León.
Ahora persiguen volver a pintar el mapa de azul. Esperan avanzar en poder territorial y se han marcado como gran objetivo el feudo socialista de Castilla-La Mancha. Si se apuntan ese tanto, darán la batalla por buena. Además, mantienen las expectativas en Balears, aseguran que mejorarán sus resultados en Madrid y País Valencià y ya han empezado a asimilar que en Navarra y Asturias lo tienen complicado.
Candidaturas independientesLos conservadores creen que la victoria será la antesala de su llegada a la Moncloa
Si hay algo que les preocupa son los votos que pierden a costa de las candidaturas independientes. Así, ponen de ejemplo a Foro Asturias, con Francisco Álvarez-Cascos al frente, o Ciudadanos por Logroño, que encabezaría el exalcade de la ciudad Julio Revuelta. Explican que estas formaciones, que en generales pasarían desapercibidas, les pueden hacer mucho daño en numerosos ayuntamientos.
A pesar de las similitudes con los comicios de 1995, otros cargos se dedican a buscar las diferencias. Resaltan que el contexto social es muy distinto y la población ha aumentado. "Han pasado 16 años", destacan. Y también que las circunstancias de su partido han cambiado. "Por aquellas fechas estábamos madurando. Veníamos de la refundación. No nos habíamos consolidado", dice un responsable del PP que vivió aquella época.
Falta de carismaEste dirigente no olvida que por aquellas fechas se decía que Aznar era "un don nadie" y que ello podría influir negativamente en la campaña. Ahora también se critica la falta de carisma de Rajoy. Pero en el PP creen que los ciudadanos no van a ir a votar a su jefe de filas, sino que se van a concentrar en sus líderes territoriales y en las siglas del partido.
El PP también quiere vender los comicios locales como unas primarias de las generales, ciñéndose al axioma de que quien gana los primeros se hace luego con la Moncloa. Pero es un falso mito. Sin ir más lejos, en 2007 los conservadores ganaron las municipales por 155.000 votos, pero Zapatero revalidó su triunfo en 2008 con una ventaja superior al millón de votos.
En 1995, Rajoy salió a anunciar el resultado: "Los socialistas han experimentado una considerable pérdida de apoyo electoral". Para la cita del próximo 22-M, le encantaría poder repetir esas mismas palabras. Aznar destacó que de las 50 capitales de provincia habían ganado en más de 40, duplicando la cifra de 1991, y que se trataba del "penúltimo escalón para el Gobierno de España". Entonces, el PP lo calificó de "moción de censura" al Ejecutivo socialista. Ahora los cargos conservadores ya han comenzado a pedir en sus mítines que los ciudadanos vayan a votar con esa idea instalada en la cabeza .
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