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Lluvia y caos en las vías de Madrid

El aguacero y la rotura de una tubería provocan 150 kilómetros de atascos en plena hora punta

Daniel Ayllón

Una tromba de agua colapsó ayer Madrid. A las fuertes lluvias de madrugada, que provocaron más de 150 kilómetros de atascos y obligaron a los Bomberos a realizar 200 intervenciones, se unió la rotura de una tubería de medio metro de diámetro en la calle Antonio de Leyva. Un torrente de miles de litros bajó por el cauce natural desde la plaza Fernández Ladreda hacia el río Manzanares, pero se topó con el acceso de Marqués de Vadillo al by-pass sur y el agua corrió al subterráneo.

Durante horas la riada entró con los coches y a las siete de la mañana el Ayuntamiento tuvo que desviar la circulación por la superficie durante cinco horas. En plena hora punta.“He tardado una hora en hacer un trayecto de 20 minutos” dijo ayer Mercedes, una profesora del colegio Perú. “Menudo apuro al llegar. Me esperaban todos los padres con sus niños”.

A las cinco de la mañana y a apenas diez metros del socavón, el primer local que cerró fue una gasolinera por la llegada de la tromba de agua a cuatro de sus depósitos de gasolina. Aunque no entró en ninguno, inundó las bocas de acceso y “de no haber achicado el agua, había terminado filtrándose”, apuntaba el encargado de la estación, Juan Arnés. “Hoy hemos dejado de repostar 10.000 litros de gasolina a unos 500 coches”.

La brecha de más de dos metros de la cañería de Antonio Leyva se produjo de forma fortuita y vomitó agua potable desde las 4:30 horas de la madrugada hasta las 5:40 horas, momento en el que se cortó el suministro de la zona, según el Canal de Isabel II. “Me he levantado a las seis y por la ducha no salía ni una gota. Estaba toda en la calle”, contaba Salomé, una vecina.

Para paliar el accidente, el Canal repartió 4.000 bolsas de un litro de agua entre el número 43 de la calle y el 51, donde se encuentra el bar Gonzalo. Su dueño, Jesús, se lamentaba de las pérdidas: “No puedo hacer cafés, ni hielo, ni lavar la verdura. Estamos guisando con agua mineral”. En total, 50 menús y 100 desayunos sin servir: 600 euros de pérdidas.

150 kilómetros de atascos

A las 10 de la mañana, las carreteras A-6, A-2 y M-40 fueron, como suele ocurrir cuando hay fuertes lluvias, las vías más colapsadas. Lo peor se lo llevó la circunvalación, que sumó 43 kilómetros de circulación lenta y atascos, alimentados por un accidente cerca del acceso a la A-3. Los accesos de Barcelona y A Coruña recogieron 15 km cada uno y 14 la A-42.

El aguacero dejó 71 litros por metro cuadrado en Somosierra y, de 2 a 5 de la madrugada, 70 y 129 llamadas en las centralitas de los Bomberos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, respectivamente. Las inundaciones de garajes y pisos bajos se llevaron el protagonismo en la capital y las balsas de las carreteras las de la región. Por suerte, los meteorólogos anuncian mejoras del tiempo los próximos días. D

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