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Las malas compañías

Ana Hermoso, alcaldesa de Bormujos (Sevilla), votó en 2005 a favor de una moción de censura, urdida por imputados en el ‘caso Gürtel’

RAÚL BOCANEGRA

No siempre los tiempos políticos fueron tan propicios para Ana Hermoso. La ahora alcaldesa de Bormujos (Sevilla) va en la lista del PP al Congreso. Su partido la ha recompensado por hacerse con el control de un municipio en el que hace apenas un lustro era la única edil conservadora. Hermoso rompió su soledad en 2005 participando, junto a varios ediles independientes y un tránsfuga, en el derribo del Gobierno socialista del exalcalde Juan Antonio Iglesias. Hasta aquí, nada muy extraño en la política municipal española: una moción de censura en la que ediles independientes y un arrepentido se alían para tumbar a un regidor y, como este era del PSOE, el PP votó a favor.

Sin embargo, todo se complicó. Dos concejales, excompañeros del tránsfuga, se dirigieron a la Policía para denunciar que Eusebio Gaviño, el primo del hombre que ocupó la alcaldía tras la moción, Baldomero Gaviño, les había ofrecido 840.000 euros a repartir por cuenta de un grupo inmobiliario de Madrid si votaban a favor del cambio de Gobierno. El asunto acabó en un juzgado de instrucción en Sevilla, con Hermoso como imputada junto a los primos Gaviño y Jesús Calvo Soria, el hombre de la conexión madrileña. El juez no pudo probar los sobornos y archivó el caso por falta de pruebas. Hermoso salió así sin tacha y continuó con su vida política.

Sin embargo, una investigación que inició el entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, puso al descubierto años después la inmensa trama de corrupción conocida como caso Gürtel. Y resulta que habían sido los presuntos colaboradores de Francisco Correa, Calvo Soria y Tomás Martín Morales, también imputado en el caso, quienes urdieron junto a los ediles que participaron en la moción, el derribo del Gobierno socialista.

José Luis Peñas, denunciante y también imputado en el caso Gürtel, así lo manifestó en una declaración judicial: 'Pablo Crespo [mano derecha de Correa] me comentó que había bajado disfrazado a Bormujos a entregar una maleta con dinero. Iba con una peluca y con gafas oscuras para que no se le reconociera'. Luego, a preguntas de los fiscales, dijo que el dinero era para pagar al tránsfuga, y agregó que lo que quería la trama con el cambio de Gobierno en Bormujos era dar un 'pelotazo'. Ahora, Hermoso, que se negó ayer a responder a pregunta alguna de Público, ya no está sola. Cuenta con ocho ediles, que no son mayoría absoluta, pero que le han permitido alcanzar la alcaldía. ¿Cómo? Con el apoyo tácito de Baldomero Gaviño, aquel que tomó el bastón de mando tras la moción.

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