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Un malí trata de saltar la valla de Ceuta de vuelta

Por primera vez, un inmigrante trepa la alambrada para pasar a Marruecos

D. A.

A Omar Chuickadie, inmigrante malí, nadie le había explicado que, para regresar a su país, España ofrece el pago del billete del avión y una pequeña ayuda económica a los extranjeros, con el compromiso de que no regresen en un plazo mínimo de tres años. La madrugada del domingo pasado, Omar trató de saltar la valla que separa la Ciudad Autónoma de Ceuta de Marruecos. Pero lo hizo en sentido contrario a como cientos de africanos y asiáticos lo han intentado en los últimos años, huyendo de una ciudad en la que no encontraba perspectivas de futuro.

Vivía en Ceuta desde 2007, cuando llegó en una patera procedente de Marruecos. En estos cuatro años, trató de llegar a la Península, sin éxito. A diferencia de las decenas de extranjeros en situación irregular que viven atrapados entre el mar y las vallas que separan la ciudad del resto de África la mayoría son asiáticos, de India, Pakistán o Bangladesh se cansó de esperar, decidió dar marcha atrás en su proyecto y regresar con su familia.

Desde que en 1992 empezó a cobrar fuerza la inmigración irregular a Ceuta, no se había dado un caso parecido. De hecho, tras saltar las alarmas, los guardias civiles que acudieron al lugar por donde el malíintentó huir no salían de su asombro.

La Delegación del Gobierno informó a Efe de que el inmigrante únicamente fue rechazado y no detenido, al estar en un lugar no autorizado, por lo que fue entregado a la Policía Nacional para su filiación.

El ente gubernativo autonómico aseguró que el inmigrante no se encontraba censado en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), por lo que presumió que podría estar durmiendo en las escolleras del puerto ceutí o en otro lugar no especificado.

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