Mas aleja el fantasma del rodillo y tiende la mano a todos los partidos

Aritmética parlamentaria en mano, CiU puede plantearse una legislatura plácida y prácticamente en solitario, alcanzando acuerdos puntuales para sacar adelante sus proyectos. Pero el vencedor de las elecciones de la Generalitat, Artur Mas, quiso seguir ayer con el llamamiento que hizo en la víspera a los ciudadanos para incluir a los partidos políticos en su proyecto de "reconstrucción nacional".

Por ese motivo, el presidente de CiU anunció que hoy mismo iniciará una ronda de contactos con las cabezas de lista de todos los partidos que han obtenido representación en el Parlament comenzando por el más votado. Eso implica que Mas y el aún president, José Montilla, mantendrán hoy una reunión informal, algo que desde el PSC no se daba ayer por hecho. Se trata, según manifestó ayer el líder convergente, de "explorar colaboraciones", "fijar prioridades de país" y hablar del "tono" en que debe producirse el debate parlamentario en un momento de grave crisis económica.

"Los demás decidirán si quieren ayudar al Govern, por nostros no será"

"Tenemos el mandato de nuestros votantes de desplegar nuestro programa", explicó Mas, "pero eso no implica que tengamos la verdad absoluta". Según explicó apelando a tener una "actitud dialogante y positiva", su programa "está abierto a la colaboración del resto de partidos y del pueblo de Catalunya en su conjunto". Su mensaje fue claro y reiterado: "Los demás decidirán si quieren ayudar al Govern. Por nosotros no quedará".

Simultáneamente a esta ronda de contactos del futuro presidente con el propio Montilla, Alicia Sánchez-Camacho, Joan Herrera, Joan Puigcercós, Joan Laporta y Albert Rivera, CiU arrancará una ronda de negociaciones oficiales con el resto de fuerzas. El objetivo de estos encuentros sería sondear los posibles apoyos a la investidura de Mas como presidente de la Generalitat y a la designación de Núria de Gispert como la primera mujer al frente de la cámara catalana. Este nombramiento no está garantizado con los resultados en la mano, aunque no parece probable que el resto de fuerzas lo boicoteen sumando sus votos. A pesar de las buenas intenciones de CiU, diversos partidos anunciaron ayer que no apoyarán la investidura del Artur Mas como presidente: todas las fuerzas del agonizante Tripartito, más la Solidaritat Catalana de Laporta, hicieron público ayer este posicionamiento. Sin embargo, con este operativo de diálogo, Mas busca ahuyentar el fantasma de un rodillo parlamentario al que las urnas darían cobijo.

La federación dice que sólo Mas y Duran negocian el futuro Govern

La actualidad del día vino también marcada por los primeros rumores sobre la composición del nuevo Govern. Las especulaciones flotaron durante todo el día, a pesar de que Mas se apresuró a indicar que no cerrará la cuestión ni esta semana ni tampoco la próxima.

Las quinielas dan por hecho que el alcalde de Sant Cugat del Vallès, Lluís Recoder, puede ser uno de los elegidos para el área de Obra Pública, así como Irene Rigau (Educación), que ya fue consellera, o Heribert Padrol (Economía). Francesc Homs (Interior) parece llamado a ser uno de los hombres fuertes del nuevo Govern, en que también podrían entrar Boí Ruiz o Cristina Iniesta para Sanidad. Desde Unió Joana Ortega aspira a Benestar Social, así como Carlo Gallucci, Mercè Jou o Antoni Pelegrí, que asumiría Agricultura.

Pero la principal duda en el seno del socio pequeño de la federación es si su líder, Josep Antoni Duran i Lleida, tiene intención de postularse para ser conseller. En caso de que no fuera así, Manuel Silva podría entrar en Justícia.

Lo único que confirman desde ambos partidos es que Mas, en colaboración con Duran, lleva el asunto con absoluta discreción. El futuro president ya anunció ayer que no aplicará criterios de paridad y Su intención, a priori, es que un tercio de carteras recaigan en Convergència, otro tercio en Unió y un último sería para independientes.