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Matas pide la nulidad de las conversaciones con su abogado

El ex presidente balear alega 'indefensión' y pide al juez que actúe como el TSJM en el 'caso Gürtel'

ALICIA GUTIÉRREZ

Copiando la exitosa estrategia de los principales implicados por corrupción en el caso Gürtel, el ex president balear, Jaume Matas, tratará de invalidar las últimas y comprometedoras escuchas realizadas por orden del juez que investiga si se enriqueció mediante sobornos. Escuchas que, como mínimo y según pudo saber Público, se extienden hasta el lunes de esta semana. Matas alegará que se le grabó a él, a su mujer y a su cuñado hablando con su abogado. Matas, quien en los últimos meses se declaró deseoso de comparecer ante el juez y remachó que no había nada que ocultar, mantiene ahora que con esas grabaciones se ha vulnerado 'gravemente' el derecho a su defensa.

Ayer, un día después de que el magistrado José Castro desvelase la existencia de esas grabaciones, el abogado de ambos, Rafael Perera, anunció que pedirá su nulidad. Lo hizo citando de forma expresa lo ocurrido en el caso Gürtel, donde el Tribunal Superior de Madrid se inclina por anular las escuchas realizadas, en la cárcel y por orden de Garzón, a presos y abogados .

Jaume Matas atribuye su abultado patrimonio a 'ahorros familiares'

Mientras tanto, la esposa de Matas, Maite Areal, que solía pagar sus compras de lujo con billetes de 500 euros, se acogió a su derecho a no declarar.

Matas, imputado por nueve delitos que suman penas superiores a 30 años, aseguró ante el juez que su patrimonio se ha incrementado gracias a ingresos y ahorros familiares. Así, dijo, reunieron él y su mujer los 100.000 euros en metálico que Maite Areal entregó a su hermano en 2003 para que los diera como señal de compra de un piso que finalmente se escrituró a nombre de Bartomeu Reus, ex conseller del Govern balear y a quien la fiscalía señala como testaferro de Matas.

Reus niega ser el hombre de paja de su antiguo jefe, y sostuvo ante el juez que Matas renunció a comprar aquel piso porque, al ganar las elecciones autonómicas de 2003, ya no le interesaba adquirir una propiedad en Madrid. Tras una declaración de casi seis horas, el juez interrumpió la comparecencia del ex president, que se reanudará hoy.

Su esposa, también imputada, se acoge al derecho a no declarar ante el juez

La gran pregunta que debe abordarse en el interrogatorio no llegó ayer: la de cómo compró en 2004 su palacete de Palma, cuya valoración era, según Hacienda, de 2,4 millones de euros, casi el triple de lo que el ex president balear confiesa haber pagado.

Matas, quien en el último año no ha cesado de repetir que estaba deseando declarar ante el juez para explicarse, ha optado ahora por secundar la táctica de los imputados en la Gürtel. El viraje en la estrategia procesal de Matas quedó plasmado por la mañana: el ex jefe de filas del PP balear se negó a responder cualquier pregunta relacionada con las nuevas grabaciones. Así, rehusó contestar cuando se le leyó un fragmento de la transcripción de uno de los nuevos pinchazos. El fragmento se refiere a una conversación entre Fernando Arel y Rafael Perea, y en ella el cuñado de Matas da a su abogado datos sobre la operación de entrega de los 100.000 euros del piso de Madrid.

El ex conseller Bartomeu Reus niega ser el testaferro del ex president

A preguntas de los periodistas, el abogado de Matas precisó que la solicitud de 'expulsar' de la causa las nuevas grabaciones sólo afecta a las conversaciones en que él mismo tiene como interlocutores a Matas, su mujer o su cuñado Fernando Areal. Pero la negativa cerrada de Matas a responder cualquier pregunta derivada de esas escuchas contradice el supuesto carácter parcial de la impugnación. Fuentes jurídicas recordaron ayer que Perera defendió en el caso Andratx al ex alcalde Eugenio Hidalgo. En el juicio se aportaron escuchas en las que el abogado hablaba con su cliente. Perera no las impugnó.

Las últimas intervenciones telefónicas cubren el periodo comprendido entre diciembre de 2009 y, como mínimo, el lunes de esta semana, un día antes de la fecha fijada en noviembre para la comparecencia del ex president balear como imputado en el caso Palma Arena. Esas grabaciones policiales han permitido conocer que Matas planeó falsear documentos para que sus ingresos oficiales cuadrasen con sus gastos.

Según Perera, más de la mitad de los pinchazos transcritos ahora se corresponden con llamadas cursadas entre él y sus clientes. La legislación protege el secreto de comunicaciones entre abogado y cliente cuando estas se desarrollan en el bufete o en la cárcel, siempre que no se trate de una conversación delictiva. Pero, según Perera, Matas no podía ir a su bufete: sólo hablar por teléfono dado que vive en Estados Unidos.

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