Este artículo se publicó hace 12 años.
Mato pretende volver a poner receta a la píldora poscoital
La ministra de Sanidad encarga un informe científico para tomar una decisión
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, se estrenó este miércoles en el Congreso con muchas buenas palabras y pocas medidas concretas más allá de impulsar antes del verano un pacto de estado sociosanitario, de generalizar la libre elección de médico y de encargar un estudio sobre los posibles "problemas" de la píldora poscoital.
De hecho, Mato se está planteando establecer que este fármaco vuelva a venderse con receta. Para ayudarse a decidir, la ministra ha encar-gado "un informe médico-científico detallado de la situación regulatoria de este medicamento en toda Europa, así como de las repercusiones y efectos del mismo en la salud". El estudio, explicó, analizará "las repercusiones y efectos" de la píldora "en primer lugar en la población femenina en general y, en segundo, en lo que afecta especialmente a las menores que todavía están en edad de desarrollo", a quienes la píldora "puede causarles algunos problemas" por su carga hormonal.
El Gobierno quiere ahora un pacto de estado como el que el PP frustró en 2010
El informe se ha encargado a la Agencia del Medicamento, la Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Tradicionalmente, los médicos han defendido la efectividad del fármaco y su inocuidad, aunquehan puesto en duda que se venda sin receta. También la SEGO, a diferencia de otras sociedades médicas, se ha mostrado en contra de la medida que puso en marcha Sanidad en septiembre de 2009.
Mato pretende reabrir el debate sobre los efectos secundarios del fármaco, negados por numerosos estudios científicos, para justificar una decisión que sí responde a criterios morales. Desde que la píldora poscoital se empezó a vender sin receta, los obispos y los grupos ultra provida llevan denunciando que es un método abortivo. El principio activo (levonorgestrel) evita, en las horas posteriores al coito, que el óvulo fecundado se adhiera a la pared del útero, con lo que se impide el emba-razo. Países como Francia, Bélgica, Luxemburgo o Reino Unido venden el fármaco sin receta desde hace años.
Asimismo, en su exposición inicial, Mato no hizo mención a la reforma de la Ley del Aborto que anunció la semana pasada su homólogo en Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Sólo en su turno de respuesta a los grupos parlamentarios añadió que va a aprobar medidas de apoyo a las embarazadas "para que tengan más opciones". Además, pretende que "las jóvenes no tengan que llegar a tener que enfrentarse a esa situación".
El PSOE considera una "privatización encubierta" la libre elección de médico
El "gran acuerdo"Pero lo que la ministra presentó como elemento fundamental de su política fue su propuesta "irrenunciable" de alcanzar un "gran pacto" con partidos y autonomías que deje a la sanidad y los servicios sociales "fuera del debate político" para asegurar su futuro mediante "una fórmula tipo Pacto de Toledo". El objetivo es, según Mato, que los ciudadanos "estén tranquilos porque van a tener su sanidad pública, gratuita y de calidad y también unos servicios sociales que les permitan vivir con dignidad el resto de su larga vida". También pretende que "los españoles tengan acceso a las mismas prestaciones con independencia del lugar en que residan".
Mato quiere que el acuerdo esté listo antes del verano y sirva de base para una futura Ley de Servicios Básicos. En sanidad, el Gobierno quiere que el pacto garantice la sostenibilidad del sistema, cuya deuda, según Mato, asciende a 15.000 millones de euros; y que incluya una nueva cartera común de servicios que "en ningún caso va a suponer un recorte de prestaciones", así como una tarjeta sanitaria "interoperativa" en todo el país. En el ámbito social, habrá por primera vez un "catálogo" de servicios y se abordarán criterios para tratar de garantizar la sostenibilidad del sistema de dependencia. Además, el Gobierno persigue integrar los servicios sociales y los sanitarios, por ejemplo, para el cuidado de los enfermos crónicos que reciben algún tipo de prestación social.
Desde las filas socialistas, la diputada Pilar Grande reprochó a Mato que plantee ahora un acuerdo de estas características cuando hace poco más de un año el PP "boicoteó" el pacto de estado por la sanidad en el Congreso, aunque ofreció el apoyo del PSOE si se trata de "defender derechos".
Por otro lado, Mato anunció su voluntad de extender a todo el país la libre elección de médico y centro sanitario, como ya ocurre en Madrid, algo en lo que el PSOE ve una posible "privatización encubierta" de la sanidad pública. Mato también tratará de unificar este mismo mes el calendario vacunal y propondrá un nuevo modelo de farmacia para que sólo se financien los fármacos que "realmente aporten un valor añadido". "Hay un gasto farmacéutico bastante alto", dijo.
Sobre la Ley de Dependencia, Mato abogó por romper la desigual implantación que está teniendo según la autonomía de que se trate y por promover las prestaciones de profesionales por encima de las ayudas al cuidador familiar. No explicó, pese a las críticas de grupos como CiU, cómo piensa hacerlo si, por la falta de presupuesto, el PP ha paralizado la inclusión de nuevos dependientes moderados.
Mato anunció también que trabaja en un "Plan Personalizado contra la Violencia de Género" para proteger a las víctimas y sus hijos menores, aunque así se hace ya al aplicar la ley en vigor.
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