'Nunca había oído hablar del parto en casa, pero sentía que para tener a mi hija tenía que estar relajada y segura, y el lugar donde me sentía más segura era mi casa'. Así explica Aivi Sissa, de 34 años, cómo decidió empezar a informarse para tener en casa a su primera hija, a la que dio a luz en enero de 2008 en su propio domicilio, en Sevilla. La experiencia resultó tan satisfactoria para esta mujer, de nacionalidad peruano-italiana, que el pasado 23 de octubre también tuvo a su segunda hija en su casa, asistida por una comadrona y acompañada por su pareja y una amiga suya que fue a hacerse cargo de la hija mayor. Los partos de Aivi se desarrollaron cumpliendo los parámetros marcados por las asociaciones de partidarios del parto domiciliario.

'Mis embarazos eran de bajo riesgo y tuvieron el seguimiento habitual en la sanidad pública hasta el momento del parto', señala esta mujer, que afirma que no parió en casa por 'huir del hospital', sino porque le pareció 'una buena opción de parto natural en un espacio de intimidad'. Eso sí, en su caso realizó antes una 'labor exhaustiva' de búsqueda de información y trató de contar con 'los mejores profesionales'.

Asimismo, comprobó que se podía llegar pronto a un hospital en caso de complicaciones tiene a 20 minutos en coche el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y se preocupó por tener un vehículo preparado para salir en caso de urgencia. 'Fue una decisión consciente y muy preparada', señala Aivi Sissa, que recuerda que 'siempre pueden surgir complicaciones, aunque en la mayoría de los casos da tiempo a llegar al hospital, donde por cierto también mueren niños'.

A su juicio, parir en casa 'no es una opción para todo el mundo y menos para mujeres que se sientan inseguras', aunque debería estar cubierto por la sanidad pública. 'La opción debería estar disponible porque las madres deberíamos tener derecho a decidir', concluye.