La portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores confirma que de momento hay una persona de nacionalidad española desaparecida tras las inundaciones en el norte de la India. Se trata de la turista mallorquina, Lourdes Morro, cuyo marido fue evacuado el domingo tras encontrarlo con vida y en buen estado de salud. 

A través de la embajada en Nueva Delhi el ministerio de Exteriores continua con los trabajos y gestiones para localizar al grupo de los 50 españoles que se encontraba en los alrededores de la ciudad cachemir de Leh y que no han contactado aún con sus familias ya que las comunicaciones en esa zona del país tras las inundaciones 'están muy deterioradas' según fuentes ministeriales.  

Exteriores: 'sólo podemos confirma una persona desaparecida'

Algunos españoles que en el momento del desastre estaban localizados a las afueras de Leh sí han podido contactar con familiares o con funcionarios de la embajada de España en Nueva Delhi, por lo que el número de personas sin contactar irá disminuyendo según prevé la portavoz ministerial. 

De los 165 españoles localizados, ya han viajado a Delhi una treintena de ellos en dos vuelos comerciales que se han costeado ellos mismos. Las autoridades indias han multiplicado por seis sus vuelos para dar traslado a todos los afectados.

El grupo de los localizados se encuentra en buenas condiciones. El herido leve que presentaba una herida infectada y que se encontraba dentro de este grupo ya ha sido hospitalizado en la capital de la India y confirman desde el ministerio de Exteriores a Público que está estable. El resto sigue esperando su traslado hasta la capital india.

De la pareja malagueña cuya familia no tiene contacto desde hace más de diez días no hay confirmación oficial de que puedan estar desaparecidos y Exteriores los incluye dentro del grupo de los otros 50 españoles sin localizar en la región de Ladakah, al norte de la India. En esa línea el ministerio ha querido remarcar a Público que el hecho de no haberlos localizado 'no significa que estén desaparecidos ya que las comunicaciones tras las inundaciones son muy deficientes y puede ser que simplemente no se haya logrado contactar con ellos'. 

La ruta que ha sido objeto de las inundaciones que han dejado ya 150 personas fallecidas es popular entre montañeros y amantes de la naturaleza de todo el mundo pero el viernes se convirtió en una trampa.

En muy poco tiempo descargaron fuertes lluvias que cortaron carreteras, se llevaron casas y torres de teléfono.

Entre el grupo de españoles con los que se ha podido contactar hay varios montañeros de un club de montaña vasco que aguardan a subir a un avión rumbo a España. Es complicado porque hay miles de extranjeros que intentan salir. Hasta el momento, cerca de 25.000 personas han resultado afectadas.