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Montilla se agarra a Zapatero

El PSC esconde al sector más catalanista y une su suerte al tirón del nuevo Gobierno del PSOE

PERE RUSIÑOL

Hace algunos meses, el jefe de campaña del PSC, Jaume Collboni, llegó a insinuar que José Luis Rodríguez Zapatero no sería bienvenido a la campaña catalana. Pero da la impresión de que ahora, si pudiera, no dejaría que el candidato del PSC, José Montilla, se apartase de él. O al menos de su nuevo equipo.

Collboni ha intentado explicar luego muchas veces que fue malinterpretado, pero el giro del PSC, agobiado por las encuestas que hasta hace poco le situaba en caída libre, es evidente: atrás ha quedado la imagen de choque permanente con Madrid, la amenaza de no votar los Presupuestos del Gobierno del PSOE, el perenne amago de constituir un grupo propio en el Congreso...

Lo que hay ahora es lo que pudo verse ayer en Viladecans (Barcelona), en el primer acto de Zapatero en la campaña catalana. Máxima calidez y una especie de compromiso como el de los matrimonios de antes: juntos hasta el final, pase lo que pase.

Todos los sondeos señalaban que el núcleo duro del votante socialista en Catalunya amenazaba con quedarse en casa en parte por los siete años de pacto con los independentistas de Esquerra Republicana. Eso explica mucho del giro. Pero no todo: el PSC también trata de agarrarse como sea a la ola de repunte del PSOE tras el cambio de Gobierno.

Zapatero evitó esta vez las grandes promesas, que en Catalunya son acogidas con un punto de escepticismo tras aquella tan rotunda e inclumplida de 'apoyaré el Estatut que apruebe el Parlament', pronunciada hace justo siete años. Pero a Montilla y a muchos de los asistentes que vitorearon al líder del PSOE les bastaba su presencia para tomar impulso.

'Hace unas semanas [Mariano Rajoy] afirmaba que eras un cadáver político, y yo te veo muy bien, física y políticamente', le dijo Montilla a Zapatero. Su objetivo es ahora aprovechar este nuevo tirón y cruzar los dedos para que dure al menos hasta el 28-N. Todos los actos de Montilla han seguido hasta ahora idéntico guión: intervienen el alcalde del municipio que lo acoge, Montilla y alguien del nuevo equipo del PSOE.

El candidato socialista no ha hecho todavía un solo mitin sin la compañía del PSOE. Y tampoco ha participado aún en un solo mitin junto a algún representante del sector más catalanista del partido. Hoy está prevista una excepción, aunque sólo a medias. El conseller d'Economia, Antoni Castells, presentará a Montilla en el Foro Nueva Economía. Pero ni es un mitin ni Castells va siquiera en la lista porque se apeó en el último momento, cuando se olió el giro.

Montserrat Tura, que heredó el papel de Castells y fue catapultada a número dos de la candidatura, aún no se ha estrenado junto a Montilla. El PSC explica que Tura está muy activa en la campaña y que su papel irá in crescendo, pero sigue calentando en la banda, muy lejos de los focos, que se concentran sólo en Montilla y el dirigente del PSOE que siempre le acompaña. Según los sondeos, el PSC está despertando al núcleo duro de sus votantes más afines al PSOE. Pero aún es pronto para saber si el giro tiene también daños colaterales.

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