El presidente de la Generalitat, José Montilla, insistió ayer en lanzar un mensaje reivindicativo hacia Madrid y positivo hacia Catalunya. En un momento de turbulencias internas por la situación interna de Esquerra, el president miró al frente e insistió en las gran asignatura catalana de Zapatero este 2008: la financiación autonómica.

En la línea del PSC, que reclama la publicación de las balanzas fiscales y un sistema que tienda a dar a Catalunya unos resultados similares a los regímenes forales, insistió en la necesidad de un mejor sistema pese al momento de incertidumbre económica. Esa era la petición a Zapatero. A los catalanes les infundió confianza porque, afirmó, gracias al resultado del PSC (que aporta 25 de los 169 escaños socialistas en el Congreso) él , en tanto que interlocutor del Gobierno central, está 'en mejor situación'.
En una entrevista a Catalunya Ràdio tildó de 'entelequia' juzgar si los votos del 9-M al PSC son de los socialistas catalanes o del PSOE. Atribuyó los sufragios al PSC 'porque el PSOE no existe en Catalunya'.

En esta misma línea reivindicativa (que abrió el martes al rescatar un decálogo de 10 grandes peticiones al Gobierno español) Montilla explicó en la sesión de control a su ejecutivo en el Parlament que negociará 'con contundencia' el despliegue del Estatut.

Petición de Mas

En la misma sesión de control recibió una petición de Artur Mas, líder de CiU, para que convoque con urgencia una cumbre de partidos catalanes para consensuar una propuesta de financiación autonómica que defender ante el nuevo Gobierno de Zapatero. Montilla evitó responder pero fuentes del ejecutivo no descartaron convocarla 'cuando el president, y no Mas, lo considere'.