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Noruega ya había vetado el Yak-42 antes de la catástrofe

La prohibición llegó después de que un capitán calificase el avión de 'chatarra'

IÑIGO ADURIZ

La falta de seguridad en los vuelos del único Yakovlev-42 de la empresa UM Air, denunciada por altos mandos militares de Noruega, hizo que el Ministerio de Defensa de ese país cancelara, a principios de 2003, todos los contratos para trasladar a sus militares en la mencionada aeronave. La ruptura se produjo antes de que, el 26 de mayo de ese mismo año, 62 militares españoles perdiesen la vida al estrellarse ese aparato en las montañas de Turquía.

La Audiencia Nacional ya ha incorporado a la causa por las irregularidades en la contratación de la aeronave por parte del Gobierno de José María Aznar el testimonio del capitán noruego Jaeren Oyvind Vindenes. El militar remitió en septiembre de 2002 'un e-mail al Ministerio de Defensa de Noruega, referido a un vuelo a Kabul en el Yak-42 de UM Air' que hizo que se dejara de utilizar dicho avión en el país escandinavo.

'Me sorprende que se pueda admitir hasta el más alto nivel de Defensa el uso de estos despojos de aviones. Mi personal limpia los campos de minas y explosivos en Kabul, pero lo que temen es el vuelo de regreso', apuntó el capitán.

Al igual que en el caso de España, el Yak-42 transportó carga pesada y pasajeros en la misma cabina. El capitán noruego denunció que, en el mencionado vuelo a Kabul, 'contenedores ISO y vehículos no fueron sujetados debidamente, con el resultado de que la carga se movió al despegar. Uno de los contenedores (8.900 kilos) se desplazó incluso hasta topar con uno de los bancos de pasajeros', agregó.

El oficial Vindenes añadió que 'los pilotos bebieron vodka y cerveza abiertamente', según dedujo, 'para calmar sus propios nervios'. En su declaración del 14 de octubre de 2009 ante un tribunal noruego, a raíz de la comisión rogatoria cursada por la Audiencia Nacional a ese país, el capitán reconoció, asimismo, que 'estaba muerto de miedo al volar en aquella chatarra del Yak-42, que hacía ruidos preocupantes y tenía paneles sueltos'.

Esta declaración, según las acusaciones, puede ser determinante para la condena a los cinco altos mandos militares españoles imputados por homicidio imprudente por la contratación de los vuelos del Yak-42. Y es que los datos que aportó el capitán noruego coinciden con los detallados por varios militares españoles en distintas cartas remitidas a Defensa antes de la tragedia quejándose de la falta de seguridad de la aeronave.

El departamento que entonces dirigía Federico Trillo, actual responsable de Justicia del PP en el Congreso, ignoró las quejas de los militares y, a diferencia del ministerio noruego, siguió manteniendo los vuelos con el aparato siniestrado.

Por otra parte, la Audiencia Nacional suspendió la ejecución de la condena de tres años de prisión que le fue impuesta al general Vicente Carlos Navarro por su responsabilidad en la identificación errónea de 30 de los 62 cadáveres de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42, informa Ángeles Vázquez.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha suspendido la ejecución de la condena tras confirmar los forenses de la sede judicial la grave enfermedad que padece el condenado y su avanzado estado. El auto, de apenas dos folios, recuerda que el condenado ha indemnizado con 10.000 euros a los herederos de los 30 militares mal identificados y la multa de seis meses con cuota diaria de 10 euros que se le impuso en la sentencia del Yak-42.

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