Nubes en el cielo: las huelgas de pilotos y de Aena

España vive en estado de alarma desde este fin de semana que acaba de terminar y, mientras esa situación se mantenga, "no se producirá ninguna negociación" con los colectivos de trabajadores ligados al sector aéreo, declaró ayer el ministro de Fomento, José Blanco, en rueda de prensa. Eso incluye no sólo a los controladores y a su sindicato mayoritario, Usca, causantes con su paro ilegal del caos que se ha vivido en los últimos días y actualmente bajo régimen militar, sino también a los pilotos representados por el sindicato Sepla, que reclaman a las aerolíneas, a Aviación Civil y a Fomento una circular que regule sus tiempos de trabajo y descanso y han amenazado con movilizaciones.

Como el llamado estado de alarma, que dura 15 días y cuya prolongación tendría que ser solicitada al Congreso de los Diputados, finaliza justo antes de las principales citas navideñas, el riesgo de que los aeropuertos españoles vuelvan a verse afectados por paros parece en principio alto.

Porque además de la amenaza del Sepla, están las posibles movilizaciones del conjunto de los trabajadores de Aena en protesta por la privatización parcial del gestor aeroportuario recién anunciada por el Gobierno. Con respecto a Aena, Blanco mostró ayer su "confianza en la responsabilidad de los sindicatos". Porque "es indudable que tienen derecho a hacer huelga, pero también es indudable que deben compatibilizarlo con el derecho de los ciudadanos a disfrutar del servicio en unas fechas tan señaladas", argumentó.

Respecto al Sepla, como Aena aún no ha concretado fechas de paros, Blanco aseguró ayer que, cuando pase el estado de alarma, van a "seguir buscando un acercamiento".

El ministro de Fomento calificó de "muy positiva" la reunión que tuvo lugar el pasado viernes entre el sindicato de pilotos, las aerolíneas y el secretario de Estado de Transporte, Isaías Táboas. "Vamos a proseguir la negociación para que no se produzca la convocatoria de huelga", añadió.