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Nuevos cierres de aeropuertos por la nube volcánica

Siete instalaciones del norte peninsular cesaron ayer su actividad por segundo día consecutivo

R. VAREA / M. RODRÍGUEZ

Las cenizas del volcán islandés Eyjafjalla provocaron ayer, por segundo día consecutivo, problemas importantes en algunos aeropuertos del norte de España. La evolución de la nube de cenizas obligó a los responsables de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), encargados de gestionar los aeródromos españoles, a cerrar de nuevo las instalaciones de Bilbao, Asturias, Santander, Valladolid, León y Burgos a partir de las 16.00 horas. Tampoco funcionó ayer el aeropuerto de Salamanca, que cesó su actividad desde las 11.00 horas. Esta incidencia obligó a cancelar un total de 183 vuelos hasta las 20.00 horas en los diez aeropuertos que sufrieron restricciones operativas. Al cierre de esta edición, AENA confirmó la apertura de todas estas instalaciones a las dos de la madrugada. Aun así, el cierre amenaza hoy de nuevo a los aeropuertos de la cornisa cantábrica, sobre todo a los de Asturias y Santander.

Más suerte tuvieron ayer los viajeros con origen y destino a Galicia, ya que a las 17.00 horas reabrieron los aeródromos de Santiago de Compostela, Vigo y A Coruña, después de un día y medio sin operaciones de despegue y aterrizaje.

No obstante, la situación fue mucho mejor que la vivida el sábado, cuando la nube de cenizas forzó el cierre de 20 aeropuertos del norte peninsular, entre ellos el de Barcelona. Hasta 673 vuelos sufrieron cancelaciones. Y sólo en El Prat 28.000 pasajeros se quedaron en tierra.

El volcán Eyjafjalla está casi a 3.000 kilómetros de España, pero sus efectos amenazan de nuevo con prolongar el caos en buena parte del espacio aéreo europeo tres semanas después de su primera erupción. Ayer, las cenizas del volcán islandés afectaron a otros aeropuertos del norte de Portugal y de Italia, la costa de Croacia, el sur de Alemania, Suiza, Escocia y Austria. AENA anuló 196 de los 1.570 vuelos previstos para ayer hacia estos destinos. No obstante, las previsiones de cara a las próximas horas indican una mejoría y, al cierre de esta edición, habían recuperado su actividad parte de las instalaciones afectadas. Aun así, el ministro de Fomento, José Blanco, recordó el sábado que esta semana podrían repetirse los problemas, por lo que la amenaza no ha cesado.

Las compañías aéreas buscaron ayer soluciones alternativas para los pasajeros afectados como viajes alternativos en autobús, el cambio de pasajes o la devolución del dinero de los billetes de avión. Y, al igual que ocurrió el sábado, se formaron largas colas ante las oficinas de atención al cliente y cierto malestar entre las personas que quedaron atrapadas, porque la nube volcánica les pilló por sorpresa. Es lo que les ocurrió ayer en Bilbao a una pareja, Borja y Elena. Justo antes de que su avión despegara, el capitán les anunció que tenía 'malas noticias'. 'Cuando llegamos al aeropuerto, había una normalidad absoluta, pero cuando nos adelantaron la hora de embarque ya intuimos que algo sucedía', relataban.

La tripulación pidió al pasaje que se diera prisa en colocar su equipaje y tomar sus asientos, pero la nube ya sobrevolaba la ciudad y el avión no pudo despegar. La solución fue rápida: un autobús los trasladó hasta Vitoria, desde donde volaron hasta Fuerteventura para pasar unos días de vacaciones. 'La compañía ha asegurado que se iba a hacer cargo de todo', decían confiados.

También sufrieron las consecuencias Cati Martínez y su familia, que viajaban desde la capital vizcaína hasta Palma de Mallorca. Esta comercial de 41 años esperaba 'no llegar mucho más tarde a casa', después de pasar el fin de semana junto a la familia de su marido. 'Esta mañana estábamos preocupados y hemos llamado tanto al aeropuerto como a la compañía, pero nos han dicho que no había ningún problema con nuestro vuelo', relataba. El cierre les cogió en plena cola de embarque. Aun así, tuvieron suerte porque en sólo una hora viajaban en autobús, también hacia Vitoria.

Quienes no tuvieron tanta suerte fueron Natalia, Jorge y la pequeña Irati. 'Nuestro avión está ya en Bilbao, así que hasta que no consigan que vaya otro de Madrid a Vitoria, no podremos seguir con nuestro viaje', se lamentaba Natalia. Irati, de 2 años, reía y jugaba con su muñeca, pero su madre temía que con el paso de las horas la espera se le hiciese demasiado pesada y acabara agotando a la niña. 'Si no nos dicen nada pronto, cancelaremos el vuelo, porque no merece la pena que los niños pasen por esto', señalaba.

Mientras, en el aeropuerto de Barajas (Madrid), otros 11 autobuses partieron ayer cargados de pasajeros hacia Vigo, Santiago, A Coruña, Bilbao, Oviedo y Santander.

Eurocontrol admitió ayer que 'las erupciones aún están afectando sustancialmente al espacio aéreo europeo, en particular entre el suelo y los 20.000 pies'. El problema radica en que la totalidad de las operaciones de despegue y aterrizaje de los aviones se realizan por debajo de los 20.000 pies, que es la zona invadida por las cenizas. La nube volcánica puede dañar los motores de las aeronaves, provocar una despresurización en cabina y causar problemas de seguridad en el vuelo.

El presidente de Spanair, Ferran Soriano, aseguró ayer que las autoridades 'en algún momento' se plantearán que se vuele a otra altura si siguen las alteraciones en el tráfico aéreo. 'Se podría autorizar a volar por encima o debajo de la nube', dijo.

En cualquier caso, Blanco recordó hace dos días que 'la prioridad absoluta' es velar por la seguridad de los viajeros, y que las autoridades españolas no garantizarán 'ningún vuelo' hasta que la nube se haya despejado y no haya riesgo para los aviones.

AENA recomiendan a los pasajeros que se informen del estado de sus vuelos antes de acudir al aeropuerto a través del teléfono de información 902 404 704 o bien en el 913 211 000. Otra opción es llamar directamente a las compañías aéreas.

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