Este artículo se publicó hace 17 años.
Los obispos niegan que sus beatos sean una respuesta al Gobierno
Camino intenta despolitizar la beatificación de 498 religiosos y dice que no es un acto contra nadie.
Los obispos reducen a simple casualidad la coincidencia de fechas entre la beatificación de 498 “mártires españoles del siglo XX” y la tramitación en el Congreso de la Ley de la Memoria Histórica. Cuestión de agendas. El portavoz de los obispos y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, reiteró en media docena de ocasiones la misma idea: “La Iglesia trabaja con su propio calendario, que no está marcado por ningún otro, y mucho menos por los calendarios políticos”.
La Iglesia trabaja, por tanto, “despacio”, según subrayó Camino. La jerarquía católica rechaza así cualquier relación entre la ceremonia que se celebrará el próximo 28 de octubre en la plaza de San Pedro del Vaticano, y futura Ley de la Memoria Histórica. No es la respuesta de los obispos al Ejecutivo por promover esta iniciativa.
Tan lenta trabaja la Iglesia que, en esta ocasión, ha tardado decenas de años en ajustarse a la agenda del Gobierno. “Coincidencia” lo llamó Martínez Camino. “La fecha la ha elegido la Santa Sede. Se dio un marco amplio de tiempo y han coincidido”, se disculpó el portavoz de los obispos.
Una casualidad para 23 causas
Para reforzar su argumento, el secretario de la Conferencia reiteró que las 23 causas que han concluído en la beatificación de 498 mártires se han iniciado en fechas distintas. La mayoría, un total de 17, arrancaron durante el franquismo. El resto, cinco expedientes, se abrieron en democracia. La documentación se entregó en Roma, señaló Martínez Camino, hace diez años y el Papa firmó los últimos decretos de beatificación hace dos meses.
La Conferencia Episcopal trata de desvestir de política y de Historia la ceremonia de beatificación. El portavoz de los obispos es consciente de las críticas que denuncian que la memoria de la Conferencia Episcopal es tan selectiva como la elección de los 498 nuevos mártires. La larga nómina de nuevos beatos no incluye a ninguno de los asesinados por orden del bando sublevado en la Guerra Civil.
Caudillo “por la gracia de Dios”
La ceremonia de beatificación “no es un acto contra nadie, no se buscan culpables, no se busca discutir cuestiones históricas o políticas” señaló Juan Antonio Martínez Camino. El portavoz evitó el término Guerra Civil y sus derivadas.
Juan Antonio Martínez Camino presentó a los nuevos mártires como “víctimas de los totalitarismos” que sacudieron Europa en el siglo XX. Si la dictadura de Franco, que gobernó “por la gracia de Dios” fue o no un régimen totalitario es un “anacronismo” ajeno a este caso, según el portavoz, ya que “no se sabía quién iba a ganar la guerra” cuando murieron los nuevos beatos.
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