Ocho días en la morgue

Ya han pasado ocho días desde que el cuerpo del cubano Adonis G. B. fue hallado muerto en el tren de aterrizaje de un avión procedente de La Habana en el aeropuerto de Barajas (Madrid) y nadie ha reclamado su cuerpo.

El Ministerio del Interior y el de Asuntos Exteriores españoles dicen que no es cosa suya iniciar ningún trámite y creen que es competencia de los representantes diplomáticos de Cuba en España. En la isla ningún medio oficial ha informado del suceso y la comunidad exiliada en Miami, conocedora de los hechos, no tiene tampoco más datos. Mientras tanto, el cadáver de Adonis permanece en el Instituto Anatómico Forense, donde el pasado jueves se le practicó la autopsia que reveló que murió congelado tras nueve horas de vuelo.

Las instituciones echan balones fuera. Fuentes del Ministerio del Interior señalaron a este diario que su trabajo con Adonis finalizó una vez realizada la autopsia y derivan la responsabilidad del caso al Ministerio de Asuntos Exteriores y a la Embajada de Cuba en España. Por su parte, Exteriores considera que este tema se sale de su jurisprudencia y que hasta que no haya orden de la Embajada cubana ellos no pueden actuar. Así que ellos remiten, de nuevo, a Interior y a la Embajada cubana. Y en esta última no hay, de momento, respuesta.

Todo lo que hay, según explicó Yuniel Jacomino, presidente de la Plataforma Cuba Democracia ¡Ya!, es una promesa de la Embajada de Cuba a la trabajadora social del Instituto Anatómico Forense que lleva el caso. Según Jacomino, la Embajada se comprometió con la trabajadora a tramitar a través de la familia de Adonis toda la documentación necesaria para que sea posible retirar el cuerpo del Instituto Anatómico Forense. "Lo que no se precisa en dicha promesa es el destino del cuerpo: si será repatriado a Cuba para proceder a su entierro en la isla o bien recibirá sepultura en España", apuntó Jacomino.

Para este hombre, la tragedia de Adonis no es la primera ni será la última, sino que es la consecuencia "de 52 años de régimen castrista". "Somos muchos los cubanos que hemos intentado salir. Unos hemos tenido suerte y a otros no le has quedado más remedio que jugarse la vida en el intento", concluyó.