Este artículo se publicó hace 11 años.
Las olimpiadas logran una tregua en el PP de Madrid
Esperanza Aguirre se ausenta del primer plano tras las vacaciones. Botella y González escenifican la unidad institucional en Buenos Aires.
Lo que no han conseguido Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal en muchos meses lo ha logrado el deseo común de conseguir que Madrid sea la sede de los Juegos Olímpicos de 2020. A partir del sábado 7 y si la capital española sale elegida en Buenos Aires, las viejas heridas se abrirán, además, con mayor fuerza, pues en el 'pack' de la candidatura a la alcaldía de Madrid entra el codiciado caramelo de la organización olímpica, lo cual, aunque sea en tiempo de tribulaciones económicas, siempre supone rascar más presupuesto que la media.
Ignacio González no está en esta guerra de guerras, la del Ayuntamiento. Él tiene bastante con tratar de confirmarse como candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid (CAM) e intentar hacerse con el liderazgo del PP regional, pues el tiempo le ha demostrado que, junto a Esperanza Aguirre, bicefalia y sintonía son términos incompatibles. Las relaciones entre sucesor y sucedida en el Gobierno madrileño se han enfriado mucho desde que Aguirre mostró abiertamente sus discrepancias con la forma en que la dirección nacional del PP está gestionando el 'caso Bárcenas', particularmente, en lo que corresponde a la secretaria general, que es, en definitiva, la máxima responsable de la citada gestión. El presidente de la CAM ha logrado crear una buena sintonía con Cospedal, algo que considera imprescindible para la candidatura de 2015 y la presidencia del PP de Madrid, y en más de una ocasión ha tenido que suavizar ante la 'número dos' del PP las declaraciones de Aguirre sobre la actual cúpula del PP.
Aguirre no acudió al Comité Ejecutivo Nacional del PP ni al Debate sobre el Estado de la Región
Desde las vacaciones de agosto, que la presidenta del PP de Madrid ha pasado en el extranjero y en España, Aguirre ha apostado por un perfil bajo. Ni siquiera acudió al Comité Ejecutivo Nacional del PP el lunes 2, en donde se esperaba que pudiera dar réplica a la orden de silencio de Rajoy sobre el 'caso Bárcenas'. Tampoco acudió al Debate sobre el Estado de la Región para escuchar el discurso de su sucesor González esta semana, aunque lo siguió. Sólo en su cuenta de Twitter, Aguirre expresó su envidia por los diputados británicos en la votación sobre el apoyo a EEUU para una intervención militar en Siria. "Cómo me gustaría que cambiáramos la ley electoral: acercar a políticos y ciudadanos y limitar el poder omnímodo de las cúpulas de los partidos", tuteaba la expresidenta el miércoles. Toda una declaración de pareceres también sobre su partido.
En Génova están convencidos de que las informaciones sobre la aspiración de Aguirre a hacerse con la alcaldía madrileña son ciertas y proceden de ella misma y su deseo de levantar expectativas en el electorado, en el que es indiscutible el predicamento de la también exministra y expresidenta del Senado. El deseo de Rajoy pasa por apartar a la 'lideresa' del PP de Madrid, pero las urnas mandan y Ana Botella está "destrozando" las últimas encuestas con una caída en picado del voto al PP en la capital, reconocen los conservadores. El presidente del Gobierno tiene dos posibilidades con más tirón que Botella: la propia Aguirre o la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que se recupera favorablemente de su accidente de moto y cuenta con el respaldo, además, de la secretaria general del PP.
El PP ni puede ni quiere permitirse perder la región y la capital después de dos décadas de Gobierno
Con Cifuentes y González, Rajoy y Cospedal se garantizarían cierta calma interna en el plano orgánico, pero el presidente de la CAM tampoco despega en los sondeos y el PP ni puede ni quiere permitirse perder la región y la capital después de dos décadas de Gobierno. La 'Cadena Ser' lanzó la posibilidad de situar a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al frente del liderazgo conservador madrileño y los nervios -aunque aparentemente aplacados por Madrid2020- se intensificaron en las filas autonómicas y locales: nadie podría discutir ese liderazgo, aunque parece difícil que Rajoy vaya a prescindir en algún momento de su 'número dos'. Ella misma, sin embargo, es de las que creen que en política, las cosas dan un vuelco "de un día para otro".
Mientras tanto, esta semana, las imágenes llegadas desde la capital argentina muestran a una alcaldesa y a un presidente madrileños a partir un piñón. Botella y González, sin embargo, mantienen únicamente unas relaciones cordiales desde la tragedia del Madrid Arena. Entonces, la alcaldesa percibió como, tanto desde la Comunidad como desde la Delegación del Gobierno, se intentaba cargarle toda la responsabilidad del suceso que se llevó la vida de cinco chicas por delante en una madeja de irregularidades e incompetencias de todo tipo. Entonces, la alcaldía se quejó de la permisividad de la ley de espectáculos -competencia autonómica- y González y Aguirre pidieron que el caso se aclarase "caiga quien caiga". Días después, Botella acudió al hospital La Princesa para hacer una visita junto a su yerno, Alejandro Agag, y firmó contra el "desmantelamiento" del centro en su forma de gestión actual para convertirlo en otro especializado en mayores de 75 años, una decisión del presidente madrileño.
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