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"Se ha olvidado que nosotros luchamos por la democracia"

Gervasio Puerta y Luis Pérez. Ex presos y represaliados políticos antifranquistas. El sábado celebrarán en Madrid un homenaje junto a 400 ex reclusos ideológicos. Exigirán en el Congreso un recono

DIEGO BARCALA

Cuando recuerdan las torturas a las que eran sometidos en las cárceles franquistas sus caras se recrudecen. Gracias a la ilusión por la organización del homenaje a los miles de represaliados políticos durante la dictadura, que celebrarán el próximo sábado, recuperan la sonrisa. Gervasio Puerta (Burgos, 1921) y Luis Pérez (Madrid, 1938) son presidente y secretario de comunicación de la Asociación de Ex-presos y Represaliados Políticos Antifranquistas.

¿La ley de la Memoria Histórica otorga el reconocimiento definitivo para los ex presos políticos?

Pérez: De momento, está por desarrollar. Si avanza de manera progresista puede suponer algún reconocimiento moral importante. Sobre todo, para los que estuvieron en campos de concentración en el exilio y a los que aún no se les ha reconocido la lucha por la democracia.

Puerta: En 1990 fue otorgado un millón de pesetas para los mayores de 65 años que hubieran estado más de tres años en la cárcel. Durante los años de Gobierno del PP estuvo todo paralizado. Y ahora parece que avanza pero ya no es una cuestión económica.

¿Por qué existe todavía el reparo de algunos políticos a condenar el franquismo o a reconocer su labor?

Puerta: Con los congresistas y senadores nos pasa siempre lo mismo. Nos dicen que somos estupendos, que nos merecemos todo, pero cuando hay que votar, no votan o están en contra, como el PP que nos silenció durante muchos años. Además, no se dan cuenta de la triste realidad que supone que muchos de los que se podrían beneficiar de un reconocimiento o una compensación se estén muriendo porque son gente muy mayor.

Pérez: Ayer vino la noticia de que otro asociado había muerto. Prácticamente, cada semana muere uno porque la edad es la que es.

En otros países, como Argentina, que sufrieron una dictadura lo tienen más fácil porque la democracia llegó rápido, pero aquí hubo casi 40 años de represión.

Puerta: Cuatro décadas de silencio absoluto. Y otros 25 años más. Ahora parece que todo se mueve todo un poco. Pero la realidad es que durante todos estos años ha habido muchísimos jóvenes que no sabían que su padre y su abuelo habían estado en la cárcel. No lo sabían porque existía el miedo. Hemos estado solos, abandonados. Somos la única asociación que ha estado luchando desde el primer día de la democracia.

Pérez: Lo triste es que casos como el mío, que estuve preso siete años desde 1967, parecen de la prehistoria. Se ha olvidado que nosotros luchamos por que hubiera democracia.

¿Cómo eran las detenciones y las cárceles españolas en los años sesenta?

Pérez: Se recrudecieron mucho. El miedo a que algo se moviera provocó nervios y endureció las torturas. Estuve en cinco prisiones y vi cosas lamentables.

¿Cómo eran los interrogatorios?

Pérez: Me tuvieron 72 horas de pie sin dejarme un asiento. Me dieron todo tipo de golpes y corrientes eléctricas. Yo era un alto cargo del PCE en Madrid y trataban de sacar todos los nombres de los militantes. Me acuerdo de un policía que temíamos todos: Billy el Niño le llamaban. Era gigante y recuerdo que me mandaba a varios metros de distancia cada vez que me golpeaba.

Puerta: Yo sólo estuve en Burgos y me hacían lo del malo y el bueno, pero el malo venía más veces.

Muchas de esas torturas fueron en la sede actual de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, donde quieren poner una placa.

Pérez: Por ahí pasamos casi todos y Esperanza Aguirre ni nos contesta. No quiere saber nada de nosotros.

Puerta: Les interesa que el desconocimiento sea total. Hicimos una exposición con fotografías y los jóvenes no paraban de hacer preguntas. No se sabe nada, parece que aquí no hubo nadie luchando por la democracia. Ahora, por lo menos, los nietos son los que parece que están moviendo algo el cotarro.

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