No sólo hace falta dinero para acabar con el hambre en el mundo, sino coordinación y planificación. De toda la Ayuda Oficial al Desarrollo (ADO) que destinó España en 2007, menos del 50% estaba controlada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. El resto se repartía entre otras carteras, comunidades autónomas y Ayuntamientos. El Ministerio de Economía y Hacienda es responsable del 31,48%, y las comunidades autónomas y Ayuntamientos controlan el 10,4%.Según denuncia la Alianza contra la Pobreza, que aglutina a cientos de ONG, asociaciones y sindicatos, la ayuda continúa siendo dispersa, algo que en la mayoría de las ocasiones resta eficacia.

'Hay que reconocer que se han hecho muchos esfuerzos, porque la planificación ha mejorado en los últimos años, pero todavía siguen existiendo demasiados agentes que dificultan la eficacia de la ayuda a los países pobres', explica Marina Navarro, miembro de la Alianza contra la Pobreza, asociación que ayer inició el primero de los actos de una semana reivindicativa que terminará el viernes que viene con la celebración del Día Mundial de la Alimentación.

¿Cómo se traduce en los países receptores esta ayuda dispersa? Pues, tal y como denuncia la Alianza, en muchas ocasiones los que reciben el dinero pierden más tiempo en justificar toda esta ayuda que en gestionarla.

Navarro lo explica con un ejemplo práctico: Georgia es un país que tiene 50 donantes. Así que tal y como está hoy concebida la Ayuda al Desarrollo, el país caucásico debe emplear a 30 personas a tiempo completo para elaborar informes para los países que les prestan el dinero. 'Eso no es operativo, porque esas personas podrían estar trabajando en otros asuntos más necesarios para su país', asegura Navarro.

De ahí que sean tan necesario, tal y como reclaman las ONG, que se cumpla con el octavo Objetivo del Milenio: la creación de una asociación mundial para el desarrollo. Por este motivo, los actos que comenzaron ayer y se desarrollarán durante toda la semana en varias ciudades, estarán centrados sobre todo en mesas redondas y encuentros que pretenden sensibilizar a los ciudadanos sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio .

La semana terminará con manifestaciones en toda la geografía española para reclamar el fin de la pobreza. 'Sólo se trata de una cuestión de voluntad, y esto lo hemos podido ver hace unas semanas con EE UU', afirma David Ortiz, portavoz de la Alianza. Y añade: 'Los 700.000 millones de euros que ha movilizado el Gobierno de Bush para resolver sus crisis financiera es diez veces más de lo que estima la ONU necesario para acabar con el hambre. No sólo este año, sino de aquí hasta 2015'.

Según datos de las Naciones Unidas, 1.400 millones de personas viven en el mundo con menos de un dólar al día. La cifra se incrementó en el año 2007 en 50 millones con respecto al año pasado. 'Tal y como estamos ahora, en tiempos de crisis, la movilización es aún más necesaria', concluye Navarro.