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'Operación Peluchín'

La Policía desarticula una banda especializada en asaltar domicilios de ejecutivo chinos

Ó. L. F.

Seleccionaban siempre a ciudadanos chinos de alto poder adquisitivo como víctimas. Controlaban todos sus movimientos y los de su familia. Y, cuando no había nadie en sus domicilios, los asaltaban para robar el dinero y las joyas.

La 'Operación Peluchín' de la Policía ha permitido detener en Valencia y Barcelona a los ocho presuntos integrantes de una banda organizada a la que acusan de al menos 26 asaltos a viviendas de ejecutivos asiáticos en numerosos puntos de la geografía española. En poder de los arrestados se encontraron 50.000 euros en efectivo, 5.000 yuanes (moneda china), 75 piezas de joyería, 23 relojes, diversos objetos electrónicos y una caja fuerte que se habían llevado del asalto a una vivienda en Granada, según informó este martes el Ministerio del Interior.

Seleccionaban siempre a ciudadanos chinos de alto poder adquisitivo como víctimas

Según han declarado tras su detención los presuntos integrantes de las banda, actuaban siempre contra personas de dicha nacionalidad ya que estaban convencidos que éstos suelen desconfiar del sistema bancario y prefieren guardar sus importantes beneficios comerciales en su propio domicilio. Además, aseguraron estar seguros de que gran parte del efectivo que iban a encontrar era dinero negro y que, por lo tanto, sus propietarios no denunciarían su desaparición. De hecho, la Policía ha esclarecido 26 denuncias de robo, pero por el contenido de las conversaciones pinchadas a los ahora detenidos, los investigadores creen que puede haber al menos otros siete asaltos cuyas víctimas no han acudido a comisaría tras sufrir el robo.

Las víctimas eran elegidas tras ser sometidas a una meticulosa vigilancia para conocer exactamente cuál era su posición dentro de sus respectivas empresas y, así, centrarse únicamente en aquellas a las que se presumía mayores ingresos. Una vez elegido el objetivo, los integrantes de la banda realizaban una meticulosa vigilancia para conocer su domicilio, personas que residían con ellos y, sobre todo, sus horarios y movimientos habituales. Una vez toda la información en su poder, los ladrones asaltaban la vivienda cuando ésta estaba desocupada.

Para franquear las puertas, los detenidos utilizaban varios sistemas. Comenzaban con la llamada técnica del 'resbalón', para lo que introducían un plástico semirrígido entre el marco y la puerta a la altura de la cerradura para intentar que esta cediese. Si así no conseguían abrirla, pasaban a medios más expeditivos: la palanqueta o, incluso, la fractura del bombín de la cerradura. Una vez dentro, sólo se llevaban dinero y joyas. Estas últimas las enviaban habitualmente a Argelia, para darle ‘salida'.

De hecho, de los ocho arrestados, al menos tres son originarios de este país del Magreb. También hay dos iraquíes, y tres españoles, entre ellos la única mujer detenida. A todos ellos se les considera responsables de once robos en Asturias (seis en Oviedo, tres en Avilés y dos en Gijón) y de otros en Madrid, A Coruña, Santiago de Compostela, Vigo, Orense, León, Burgos, Aranda de Duero, Córdoba, Granada, Zaragoza, Calatayud, Segorbe y Vall d'Uxó.

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