Este artículo se publicó hace 17 años.
La oposición asedia al Gobierno en el Congreso
Rodríguez Zapatero vaticina que la inflación volverá a estar bajo control en diciembre
Gonzalo López Alba
La oposición, que en las postrimerías de la legislatura son todos los diputados no sometidos a la disciplina socialista, atacó ayer al Gobierno por cercanías y lejanías, en la vía diplomática y con arsenal de la OTAN. El bombardeo fue especialmente intenso sobre la intendencia, siempre estratégica, y en los territorios donde operan los aliados exteriores, que pueden resultar decisivos cuando las fuerzas están equilibradas.
La intendencia recibió fuego cruzado del PP, CiU e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, que coincidieron en poner cerco al Ejecutivo con la subida de precios de los alimentos básicos. La prevalencia que otorga a cada grupo contar con una tropa más numerosa permitió que el popular Mariano Rajoy le madrugara a Gaspar Llamazares la pregunta que ideológicamente correspondía al portavoz de IU, quien tuvo que conformarse con que el vicepresidente Solbes le dijera lo mismo que a los otros ya les había dicho Zapatero.
Rajoy, como corresponde al líder de la oposición y a su carácter, fue figurativo: “Da la sensación, señor presidente, de que está usted en Alicia en el país de las maravillas. Le pregunto qué va a hacer para contener la subida alarmante de precios y no me ha dicho nada, por lo que intuyo que no va hacer nada”. Zapatero se había parapetado tras las estadísticas del INE, las cláusulas de revisión de los convenios salariales y las pensiones, y los “factores exógenos” de los precios del petróleo y los cereales, para concluir con un pronóstico por mitades pesimista y optimista: “Habrá aún un repunte de la inflación en este mes, pero esperamos que baje en diciembre”.
Impuestos y servicios
Rajoy aprovechó el altavoz para volver a colocar su propuesta electoral estrella, aunque lo hizo con tanto entusiasmo que tuvo el lapsus de decir que en el debate presupuestario había reclamado sin éxito “una subida de impuestos”. “Yo bajaré los impuestos. Todos los que cobren menos de 16.000 euros no pagarán el IRPF”, reprometió.
Contraatacó Zapatero por el flanco abierto en las filas conservadoras por el alcalde de Salamanca, a quien se le ha soliviantado el vecindario por subir los impuestos, pero en esto se le agotó el tiempo y se cortó el sonido. Dio tiempo a escuchar que “con los gobiernos del PP la inflación subió el 3,4 y ahora el 3,2 y con mayor crecimiento económico”.
Tomó el relevo de Rajoy el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien se desmarcó de las “visiones catastrofistas”, pero aconsejó a Zapatero que, puesto que la gente nota las subidas aunque las estadísticas no lo reflejen, “durante las semanas que gobierne, rebaje los impuestos y no espere a ver si gana las elecciones”.
Por medio se cruzó Agustí Cerdà, de ERC, que sigue acudiendo al Congreso en cercanías. No hubo novedades, ni en la pregunta ni en la respuesta de Zapatero.
Exteriores y Defensa
Pero, para “disco rayado”, según expresión de Teresa Fernández de la Vega, el cuerpo a cuerpo que mantuvieron los sobresalientes: Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, por el PP, y la citada por el Gobierno. Los conservadores agitaron la foto “humillante” de Hugo Chávez y De la Vega, la “prepotente y vocinglera” de las Azores.
En el turno de los meritorios, con los tendidos ya semivacíos, tuvieron especial protagonismo los ministros Miguel Ángel Moratinos y José Antonio Alonso. Al titular de Exteriores le espetó el conservador José Ignacio Echániz, siguiendo la estela marcada por su correligionario Jorge Moragas y rematada por Gustavo de Arístegui, que es “el hazmerreír de Europa”. El aludido respondió que no piensan lo mismo los iberoamericanos que tendrán agua potable gracias a la aprobado en la cumbre de Chile por iniciativa española.
También se llevó su ración el ministro de Defensa, a quien el conservador Roberto Soravilla acusó de jugar con “la dignidad” del jefe del Estado Mayor de la Defensa –Félix Sanz–, y sólo “para simular un prestigio que hemos perdido”, con su derrotada candidatura para mandar a los militares de la OTAN. Respondió Alonso como los entrenadores que no sientan al jugador que acaba de fallar un penalti: “Para conseguirlo, hay que intentarlo, y ustedes no lo intentaban. Era un candidato muy bueno, tanto que va a seguir de JEMAD”.
LOS FRENTES DE ATAQUE DE LA SESIÓN DE CONTROL
1. La inflación // La oposición reclamó medidas para combatir la subida de precios de los alimentos básicos. El presidente del Gobierno vaticinó que todavía habrá “un repunte” en este mes, pero bajará en diciembre. Informó de que el Ejecutivo ha pedido a los órganos competentes de la UE y del servicio nacional de competencia que vigilen el comportamiento de los precios de las materias primas que han provocado ese alza.
2. Cercanías // ERC reclamó un fondo de compensación para indemnizar a los usuarios y empresarios afectados por el caos de Cercanías de Barcelona. José Luis Rodríguez Zapatero respondió que es imposible un cálculo económico de esa naturaleza, que ya se decidió que haya transporte gratuito hasta que se arregle la situación y que la mejor compensación es la mejora general de las infraestructuras de transporte.
3. Política exterior // El PP reclamó al Gobierno que “cambie de política exterior, por favor”, porque “cada cosa que tocan hacen un siete”, además de “el ridículo en el mundo”. El Gobierno apeló a “los resultados” frente a “los comentarios”, y reiteró su rechazo a “la diplomacia de los pies encima de la mesa y el acento tejano”.
4. Defensa // El PP acusó al Gobierno de “jugar con la dignidad” del JEMAD en su postulación para dirigir el Comité Militar de la OTAN. El Ejecutivo sostuvo que no hay demérito en la derrota de la candidatura porque “a veces salen y otras no, pero ustedes ni lo intentaban”.
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