El anuncio de la Generalitat de Catalunya (CiU) de aplicar el pago de un euro por receta provocó ayer un aluvión de críticas por parte de pacientes, pensionistas, médicos y farmacéuticos, mientras que distintos expertos en economía de la salud consultados por este diario pusieron en duda la efectividad de la medida a la hora de conseguir ahorros a largo plazo. Incluso la industria farmacéutica considera la medida lesiva para sus intereses.

Los pacientes fueron los más críticos con la medida que aplicará el Ejecutivo de Artur Mas a partir del 1 de enero. Tras advertir que aún existe 'mucha incertidumbre' sobre la medida, el presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell, lamentó que la Generalitat haya 'ido a lo fácil', no aplicando exenciones por niveles de renta. La universalidad de la tasa supone que afectará sobre todo 'a los más vulnerables' y a aquellos que toman medicación de bajo coste para prevenir determinados factores de riesgo, como la hipertensión. 'De repente te penalizan por estar enfermo', señaló Jovell, que advirtió que si los pacientes de rentas más bajas y crónicos dejan de tomar sus fármacos por el efecto disuasorio de la medida, este copago 'acabará saliendo más caro'.

'Te penalizan por estar enfermo', señala el Foro de Pacientes

'No se miran las consecuencias sanitarias y es que si la gente deja de tomar estatinas, subirán los infartos; si abandonan los antihipertensivos, habrá más accidentes cerebrovasculares y si se evita el omeprazol, más úlceras'. Por ello, Jovell cree que la medida supone 'ahorro para hoy, pero más gasto para mañana'.

Y es que, puestos a obtener fondos adicionales, Jovell cree que hay otras medidas posibles, como gravar más el alcohol y el tabaco o elevar el IVA de los bienes y servicios de lujo, las transacciones financieras y el IRPF de las rentas altas.De la misma opinión es Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes de Cáncer, que apuesta por más impuestos para 'artículos de lujo', como el alcohol y el tabaco, en lugar de aprobar una medida que 'daña a los más vulnerables' y acabará generando más gasto debido al 'agravamiento de las patologías'.

Los médicos afirman que la tasa 'aumenta el injusto 'copago' farmacéutico'

Para la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad de Cata-lunya, la medida es 'inadmisible'. Su presidenta, Carmen Sabaté, criticó que no se exclu-ya a los enfermos crónicos y no discrimine por renta, lo que revela que la medida busca más el ahorro que disuadir del uso inapropiado de fármacos, informa Europa Press.

En este sentido, la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública estima que esta tasa es 'ineficaz, injusta e ineficiente', además de 'ilegal', ya que Catalunya carece de competencias sobre política farmacéutica, que es responsabilidad del Estado. Además, criticó que se penalice a los usuarios por una prescripción que no han decidido ellos, sino sus médicos, algo con lo que está de acuerdo Jovell: 'El gasto no depende del paciente'. También los pensionistas rechazan la tasa, ya que, como destacó ayer la Federación de Pensionistas y Jubilados de COOO de Catalunya, supone una medida injusta por no tener en cuenta el nivel de renta.

Desde el ámbito médico, el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, afirmó que la tasa 'no es aceptable porque aumenta el injusto copago farmacéutico que es preciso modificar'. Además, los médicos están convencidos de que Catalunya 'no tiene competencias' para aplicar la tasa, 'puesto que la decisión de gravar la prestación farmacéutica es competencia del Gobierno español'. El sindicato Metges de Catalunya advirtió, por su parte, de que la tasa 'puede suponer un agravio para enfermos crónicos y parados'.

El PP no acepta la medida porque cree que 'rompe la igualdad'

El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona advirtió de que 'hay líneas rojas que no se pueden cruzar'. 'Con esta tasa no se puede dejar fuera a ningún ciudadano de las prestaciones', señaló a Efe Francesc Pla, vicepresidente del Colegio. Por su parte, la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, cree que la medida dañará al sector, que ya vive una 'situación límite' por los retrasos en los pagos de los hospitales y las rebajas de los precios de los medicamentos. Su director general, Humberto Arnés, estima que el efecto disuasorio de la medida se traducirá en una caída del 5% al 10% en el número de recetas.

Asimismo, los expertos en economía de la salud también le ven fallos a la medida. Jaume Puig-Junoy, profesor del Departamento de Economía de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, cree que si se aplica esta tasa con un tope máximo anual, que en principio será de 60 euros, iría 'en la dirección correcta' para corresponsabilizar a los pensionistas que ahora no pagan nada. Sin embargo, destaca que 'siendo universal, sigue sin ajustar por renta' y se acumula 'al ya de por sí elevado e inequitativo copago que soportan los no pensionistas'. Por ello, a juicio de este experto, las rentas más bajas 'deberían estar exentas'. De hecho, este colectivo de personas con renta 'realmente muy baja' es el que mayor riesgo tiene de sufrir las consecuencias sanitarias de la medida.

José Ramón Repullo, jefe del Departamento de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad, recuerda, en primer lugar, que la mayoría de los juristas creen que la medida es competencia del Estado. Por otro lado, asegura que, sin exenciones ni límites, la tasa supondría erosionar la equidad'. Si, como parece, hay un límite, 'se merma dicha erosión, pero emerge la necesidad de administrar con eficacia, economía y justicia dicha limitación del gasto', aunque de esta forma 'el collar puede salir más caro que el perro'.

La medida, por último, también suscitó la oposición de la mayoría de las fuerzas políticas distintas a CiU. En concreto, desde el PP, su portavoz parlamentario, Alfonso Alon-so, rechazó este copago porque 'rompe la igualdad de la atención sanitaria entre todos los españoles'.