Este artículo se publicó hace 12 años.
Los parados también caminan hacia Madrid
Varias marchas de desempleados avanzan hacia la capital, donde se manifestarán el 21 de julio. Por el camino los participantes recogen las reivindicaciones de los pueblos con el objetivo de trasladárselas a los diputados en el C
Vídeo promocional de la marcha de parados con imágenes de manifestaciones del 15-M. Fuente: asambleamalaga
Emulando las siete columnas indignadas que, el pasado verano, recorrieron centenares de pueblos de toda España con el objetivo de llevar al Congreso de los Diputados las reivindicaciones de sus vecinos, varios desempleados de Avilés vinculados al 15-M decidieron el pasado 26 de junio, ponerse en marcha hacia Madrid. Alejandro Riera, de 29 años y en el paro desde hace uno y medio, es uno de ellos. "Creímos que había que movilizar a los desempleados, por eso nos pusimos en marcha", señala desde Villacastín (Segovia), el pueblo en el que se encuentra este martes la expidición.
Aunque la convocatoria no es tan numerosa como lo fue el año pasado y el evento ha gozado también de menos repercusión mediática -algo de lo que se quejan con insistencia los caminantes-, sus promotores insisten en que, si entonces había motivos para la reivindicacion, ahora, hay "muchos más". "Nos pisotean nuestra dignidad con la reforma laboral, la rebaja en las prestaciones sanitarias y en la calidad educativa, la supresión de las ayudas sociales, la subida de impuestos o la reducción de salarios", aseguran en su página web. Esta convocatoria surgió casi a la par que la de los mineros de las cuencas Asturias, Aragón y Castilla y León, que también caminaron hacia Madrid para exigir que no se reduzcan de manera tan drástica las subvenciones al sector.
Visibilizar el drama del desempleo es uno de los objetivos de los caminantes, entre los que, sin embargo, también hay jubilados, estudiantes o personas que trabajan "en condiciones precarias". A la convocatoria asturiana, integrada en la marcha noroeste, le siguieron después réplicas en otros territorios. Así, por el camino, se han ido uniendo manifestantes gallegos, leoneses, vallisoletanos o salmantinos. El grupo de caminantes que llega del norte de España, integrado en total por medio centenar de personas, se juntará hoy en Villacastín (Segovia). Juntos continuarán el camino hacia Madrid, a donde tienen previsto llegar el 21 de julio.
En la capital también se mezclarán con el grupo que ha salido de Barcelona, integrado, por el momento, por una quincena de caminantes. Además, está previsto que en autobuses y coches particulares que ya se están organizando a través de las redes sociales lleguen a Madrid manifestantes de otras ciudades.
La iniciativa surge como continuación de las marchas del año pasado
El método es el mismo que el utilizado el año pasado. Los activistas caminan durante el día y, cuando llegan al pueblo en el que van a pernoctar, organizan una asamblea en la que explican a los lugareños quiénes son y por qué están ahí. "Lo más enriquecedor es ese contacto con los vecinos, que nos cuenten sus necesidades e intentar ayudar en algo", señala Clara, que participa en la marcha que salió hace siete días de Salamanca. Entre los principales problemas que han detectado, esta joven señala la "gran cantidad de personas que dejaron su trabajo en el sector agrícola para trabajar en la construcción y que ahora no tienen empleo". Asimismo, subraya las "altas tasas de desempleo entre personas mayores de 50 años" y la "esclavitud" a la que, a juicio de los activistas, son sometidos los trabajadores del campo por parte de la UE y su política de subvenciones. Los activistas también han apuntado en el cuarderno de reivindicaciones rurales que pretenden llevar al Congreso otras cuestiones en materia social, política o medioambiental.
"Lo mejor es el contacto con la gente de los pueblos", dice una activista
Los caminantes también aprovechan el recorrido para seguir dando visibilidad a realidades que descubrieron hace un año, cuando el Movimiento 15-M comenzaba a dar sus primeros pasos. De hecho, el 19 de julio tienen previsto realizar una acción de protesta en un peaje del municipio de El Espinar (Segovia), donde reclamarán la conversión de la AP-6 en autovía gratuita y recordarán que existe una sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2010 que declara "ilegal" la concesión a Iberpistas de la construcción, conservación y explotación de esta vía.
En Madrid, participantes del 15-M y de otros colectivos sociales se están organizando para recibir a estos caminantes. Según explica una integrante de este grupo que prefiere no identificarse, es posible que, durante ese día, se lleve a cabo una concentración frente al Ministerio de Trabajo. Lo que es seguro es que los indignados celebrarán una manifestación por las calles del centro de Madrid en la que reivindicarán un "cambio" en la gestión político-administrativa, económica y social del país y protestarán contra una reforma laboral "injusta" e "impuesta a golpe de sentencia".
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