Este artículo se publicó hace 11 años.
El párroco de Borja, en libertad sin fianza
La juez retira la acusación por delito contra la libertad sexual, aunque se mantiene por apropiación indebida
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Tarazona, Nieves Pérez, ha decretado esta tarde la libertad sin fianza del párroco de Borja, Florencio Garcés, según ha afirmado el alcalde del municipio, Francisco Miguel Arilla. La salida de prisión del sacerdote es inminente, según han indicado fuentes jurídicas.
Arilla ha explicado que esta tarde "he hablado con los abogados" que le han comunicado la decisión, si bien se mantiene la obligación de que el sacerdote se presente semanalmente en el juzgado. Al parecer, "desaparece el delito contra la libertad sexual" por el que le imputaron, ha apuntado el alcalde, para señalar que el delito económico "quedaría en manos de la Iglesia". Para el alcalde borjano, la última decisión de la juez "ha sido sorprendente del todo", ya que "no esperaba tan rápido un desenlace" tras su ingreso en prisión.
El obispo de Tarazona dice que cree "totalmente" en la inocendia del cura de BorjaEste mismo miércoles, la titular del Juzgado ha citado a declarar como testigos a varios responsables de la Diócesis de Tarazona, entre ellos, el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández. El vicario general de la Diócesis de Tarazona, Esteban Aranaz, ha mostrado su alegría por la puesta en libertad del párroco. "Veo que la Justicia funciona, ya dijimos que no teníamos temor a la verdad. Don Florencio sale de la cárcel, seguramente no tenía que haber entrado", ha afirmado. "Estamos muy contentos y satisfechos", ha comentado el vicario que se ha enterado de que el párroco iba a ser puesto en libertad por un mensaje que le ha llegado a su móvil. "Desde el principio habíamos pedido calma, tranquilidad, que primara la presunción de inocencia", ha añadido Aranaz.
El sacerdote Florencio Garcés, de 70 años de edad, párroco de la Colegiata de Santa María de Borja, fue detenido el viernes 29 de noviembre por la Guardia Civil en la denominada Operación Espino por su posible implicación en varios delitos, entre ellos, apropiación indebida de dinero de una parroquia. El domingo 1 de diciembre se procedió a la detención de otras cinco personas, en el marco de la misma operación, por los presuntos delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Estas cinco personas quedaron en libertad con cargos tras mantener un careo con el párroco.
Tras prestar declaración ese mismo día ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Tarazona, Nieves Pérez, el párroco fue puesto en libertad provisional sin fianza, con la obligación de presentarse en el Juzgado semanalmente y cuantas veces sea llamado. Además se le retiró el pasaporte. La jueza le imputó a Florencio Garcés como posible autor de dos delitos: un delito de apropiación indebida continuada y agravada por la cantidad de 185.183,63 euros y un delito contra la libertad sexual. El sacerdote ingresó el pasado día 5 de diciembre en la cárcel de Zuera (Zaragoza), tras decretar la juez prisión provisional sin fianza e imputarle los mismos delitos antes mencionados. Sus abogados presentaron recurso solicitando su puesta en libertad alegando su inocencia.
El abogado Sergio Pérez, que defiende a las otras cinco personas detenidas en el marco de la operación, ha considerado que este caso es "un soufflé que se empieza a caer, no se sostiene por ningún lado y eso que no hemos empezado a probar nada aún, no se ha aportado documentación". Pérez ha indicado que "me sorprendió mucho que Garcés ingresara en la cárcel, porque no había habido ningún cambio a peor, al revés, él negó la presunta extorsión", y ha afirmado que "no hay más que discutir".
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