El presidente de la patronal vasca (Confebask), Miguel Lazpiur, mostró ayer por primera vez abiertamente su apoyo al inicio de un nuevo proceso de paz en Euskadi si ETA deja de enviar también el llamado impuesto revolucionario. 'Proceso de paz sí, la paz sí, completamente de acuerdo, pero la extorsión tiene que acabar', dijo.

El presidente de los empresarios vascos aprovechó una comparecencia sobre la coyuntura económica para hacer esta declaración en un momento en que se espera que ETA anuncie un alto el fuego unilateral, permanente y verificable, como le piden personalidades internacionales en la Declaración de Bruselas y la propia izquierda abertzale para poder impulsar un proceso de paz.

El empresariado vasco ha vivido los últimos meses con escepticismo. La razón del mismo se encuentra en el comunicado de ETA del 5 de septiembre, cuando anunció el cese de 'acciones armadas ofensivas', pero no de otras actuaciones, como el envío de cartas de extorsión a las empresas. Ayer, Lazpiur confirmó que se siguen 'recibiendo con cierta regularidad'.

La izquierda abertzale también plantea que esta extorsión debe desaparecer para abrir un proceso de paz 'sin ningún tipo de violencia'.

Para el presidente de la patronal vasca, 'cualquier noticia' relacionada con un alto el fuego y un proceso de paz es 'positiva', pero insistió en que no puede darse un final dialogado 'mientras haya extorsión'. 'Mientras haya una persona amenazada en esta sociedad, la propia sociedad está amenazada y no lo podemos aceptar', sentenció.