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Las pensiones son para Rajoy un arma electoral

Se aprovecha de las tesis del Banco de España para sembrar alarma y asegura que cuando Aznar llegó al poder se tuvo que pedir un crédito para pagar las jubilaciones

MARÍA JESÚS GÜEMES

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha solicitado este viernes una 'reunión urgente' de la comisión del Pacto de Toledo. El jefe de la oposición especificó que contaba con el apoyo del PNV y de los cuatro partidos del Grupo Mixto (Coalición Canaria, UPN, NaBai y UPyd) para exigir la comparecencia del titular de Trabajo, Celestino Corbacho. La oposición quiere que el ministro explique la viabilidad de las pensiones en los próximos años.

Los conservadores han aprovechado las palabras del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, que reclamó cambios en el sistema de pensiones, para lanzar un misil contra Zapatero y, de paso, un mensaje alarmista sobre el fin de este tipo de prestaciones.

Corbacho, sindicatos y patronal han defendido la sostenibilidad del sistema. El Gobierno asegura que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social tiene 57.000 millones de euros y niega que el sistema vaya a tener déficit en 2009. A los socialistas no les parece razonable que se esté generando inseguridad a los más de ocho millones de pensionistas españoles.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega subrayó que, a pesar de la crisis, la Seguridad Social cerrará este año con superávit y el cobro de las pensiones está garantizado.

Además, De la Vega garantizó que el Gobierno 'no va a dar ni un solo paso atrás en nuestro sistema de protección social', destacando las subidas de pensiones mínimas y prestaciones como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Pero a Rajoy estos datos no le bastan. En la clausura de la XIV Unión Interparlamentaria del PP, que se celebró este viernes en Sevilla, defendió que las palabras de Fernández Ordoñez eran de 'puro sentido común'. 'Hay que actualizar el Pacto de Toledo', reclamó, al tiempo que pedía la garantía de 'un marco de pensiones sostenible y justo'.

Dijo que su partido se iba a centrar en este objetivo y que si el Gobierno no contribuía podía encontrarse 'con el problema de que haya una mayoría en la Cámara que sí quiere trabajar para que en el futuro las pensiones estén garantizadas'.

Rajoy se mostró indignado porque Corbacho y otros miembros del Gobierno habían 'arremetido' contra el gobernador del Banco de España: 'No es lo más usual ni lo más razonable en un régimen democrático'. Obvió, eso sí, que su partido también lo ha hecho en varias ocasiones.

El dirigente del PP recordó que el máximo responsable del Banco de España fue nombrado por Zapatero 'sin consenso' con la oposición. 'Lo nombró él', incidió, remarcando que en aquel momento pertenecía al gabinete de la vicepresidencia económica del Gobierno. Por aquel entonces, el PP se levantó en armas.

Pero tampoco es necesario viajar tan atrás en el tiempo. A primeros de este mes el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, reprochó a Fernández Ordoñez que impulsara la fusión de Caja Castilla-La Mancha cuando la institución sabía que se producía sobre 'unas cuentas falseadas'.

Aquellas críticas quedan ahora en el olvido. Rajoy considera que Fernández Ordoñez tiene desde su cargo 'algunas obligaciones' y que una de ellas es decir 'lo que pasa'. Considera que hizo bien advirtiendo que podía 'haber déficit, problemas financieros y que hay que hacer reformas'. Para Rajoy, todo esto es un regreso al pasado: 'Ya lo hemos vivido en el año 1995'. Así volvió a relatar como con la llegada de Aznar a La Moncloa se tuvo que 'pedir crédito para pagar a los pensionistas'.

El líder del PP dijo que a partir de entonces se tomaron 'decisiones' y ya nadie más habló de este asunto. A su juicio, resulta curioso que justo cuando los socialistas llevan cinco años en el Gobierno, 'volvamos a hablar de problemas con las pensiones, eso sí con bofetadas al Banco de España'.

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