La panorámica de los mostradores de facturación de Iberia en la T4 del de Barajas evidenciaba hoy una jornada tranquila, pese a la cancelación de casi treinta vuelos entre las dos de la tarde y la medianoche. Algunos pasajeros no habían salido bien parados con la solución ofrecida por la compañía aérea, puesto que los habían colocado en vuelos previstos para este martes, pero otros pudieron llegar a su destino, aunque con varias horas de retraso.

Los viajeros que se acercaron por la tarde a las instalaciones madrileñas –en la primera jornada de huelga de las treinta convocadas por el sindicato de pilotos, Sepla– facturaron con fluidez y en los puestos de información de Iberia apenas había colas.

La mañana fue distinta y hubo aglomeraciones. Lo reconoció la compañía y lo corroboran los encargados de la limpieza, de proteger las maletas con plásticos o de transportar los carros. 'Esta mañana había mucha porquería, lo que indica el movimiento que hubo. Ahora está todo limpio', explica una trabajadora mientras le pasa la mopa al suelo. 'Hubo más lío a primera hora, pero han ido reubicando a los afectados en otros vuelos', indica una empleada de Aena, que subraya que la actividad en la terminal ha sido menor que la habitual.

Así será todos los viernes y lunes hasta el 20 de junio, el plazo establecido por los pilotos para llevar a cabo sus protestas contra la creación de Iberia Express, la aerolínea de bajo coste que, a partir del verano, operará en diecisiete aeropuertos, trece más que en la actualidad.

En toda España, hoy se han cancelado 126 vuelos nacionales e internacionales, el 38% de los programados para el lunes de pascua, que ha discurrido con normalidad y sin incidentes destacables, según la compañía.

Sin embargo, los perjudicados ofrecían un semblante diverso en función del perjuicio causado. Dominich, un joven austriaco que mañana tenía un compromiso ineludible en Munich, tuvo que volar apenas tres horas más tarde. Holliday, sin embargo, llegará a Ginebra mañana. No se perderá, reconoce, ninguna cita importante, pero tendrá que pasar la noche con su pequeña hija en Madrid. La factura del hotel, tuerce el gesto, corre de su cuenta.

Los pilotos están en pie de guerra. Calculan que, con el paso de cuarenta aviones de Iberia a la nueva aerolínea de bajo coste, unos 8.000 trabajadores podrían quedarse en la calle. Justo Peral, responsable de la sección sindical de Sepla en Iberia, aseguró hoy que con el sueldo de la cúpula directiva (15,5 millones de euros anuales) se podría pagar la minuta de 460 pilotos de Iberia Express. Esto significa, a su juicio, que la low cost 'podría volar gratis'.

La compañía, sin embargo, ha respondido que las cifras no son ciertas y que cobran una cifra 'muy inferior' que los pilotos. 'Al Sepla no le cuesta convocar más movilizaciones, pero la empresa pierde más de tres millones de euros por cada una de ellas', afirmó Iberia, que ha criticado que hayan convocado hasta 90 jornadas de paros en los últimos meses, informa EP.