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El PNV se da un batacazo en todo Euskadi

El PSOE le ha superado en los tres territorios y en todas las capitales

G. M.

El PNV se ha dado un batacazo. En las diez citas con las urnas para el Congreso celebradas desde 1977, el partido nacionalista sólo había perdido su supremacía en una ocasión, y fue ya en 1993. Entonces, el PSOE de Felipe González le sacó dos escaños y 5.534 votos de ventaja. Ayer, el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero le aventajó en tres escaños y más de 122.200 sufragios.

El PNV había alertado en la campaña del peligro de la bipolarización PSOE-PP. 'Este terreno', decían sus dirigentes, 'no es el mejor para nosotros'. Pero ni los más pesimistas imaginaban una debacle tal. Ayer, perdió en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, pero también en sus tres capitales -Bilbao, San Sebastián y Álava- y los grandes municipios. Y todo para gozo de los socialistas. Ante estos resultados, el debate a priori sobre cómo iba a afectar la pérdida de un diputado a repartir en Vizcaya por el descenso de la población se queda en una mera anécdota. El análisis tiene mucho más calado.

El PNV se ha negado a concebir esta cita como un plebiscito sobre la propuesta de Ibarretxe y la celebración de una consulta popular. Y ha insistido en que las elecciones generales no tienen nada que ver con unas autonómicas. Ayer, su presidente, Iñigo Urkullu, volvió a repetirlo, pero también avanzó que su partido hará una profunda reflexión a la vista de los resultados.

Lo que parece evidente, de momento, es que el panorama actual no es, en absoluto, el ideal para el PNV de cara a la posible celebración el próximo otoño de unas elecciones autonómicas. El PSE ya ha conseguido su objetivo: mostrarse ante la sociedad vasca como una alternativa posible a la hegemonía del nacionalismo vasco en Ajuria Enea.

Los mensajes de los partidos, después de que ETA asesinara el viernes al ex edil socialista Isaías Carrasco en Arrasate-Mondragón, se han dirigido a arengar a la ciudadanía para ir a las urnas. El nivel de abstención registrado finalmente en Euskadi –35%– fue mayor que el de hace cuatro años (25,03%), pero se trata en todo caso de una diferencia previsible. En primer lugar, porque la participación en 2004 fue extraordinaria, también en Euskadi, por el atentado del 11-M. Sólo en las elecciones generales de 1982 había habido en esta comunidad un nivel de abstención inferior, del 20,6%.Otra cuestión que explica esa diferencia de diez puntos es la propia estrategia seguida en esta ocasión por ANV. Hace cuatro años, ya con Batasuna ilegalizada, la postura de este sector de la izquierda abertzale fue llamar al voto nulo, cuyo porcentaje en el recuento final fue del 7,6%. Esto significa que prácticamente la abstención en esta cita ha subido con el apoyo de ese sector de la población estanco que respalda a Batasuna, PCTV o ANV. Entre los territorios, Guipúzcoa –donde la izquierda abertzale es más fuerte– registró el nivel más elevado de abstención (41%). 

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