Este artículo se publicó hace 14 años.
Políticos y sociedad civil destacan la unidad
Las fuerzas catalanas exigen que se oigan sus demandas
Los partidos políticos y agentes sociales catalanes entonaron ayer la máxima de que "la unidad hace la fuerza" y se felicitaron por la gran cantidad de personas y organizaciones que salieron finalmente a la calle, a pesar de los múltiples proyectos políticos que se defendían tras cada pancarta. Casi 1.700 entidades apoyaron la movilización liderada por Òmnium Cultural y ese argumento parece inapelable.
A pesar de coincidir en la alegría por el éxito de la manifestación, cada partido barrió para su casa y apropiarse del resultado. Felip Puig, líder del socio mayor de CiU, CDC, aseguró que es la hora de "un gobierno fuerte, con manos libres" que trabaje en favor del derecho a decidir, en alusión a los comicios catalanes de otoño.
Manuela de Madre, presidenta del grupo parlamentario del PSC, celebró el éxito de la protesta "contra la España preconstitucional del PP", destacó que "uniendo fuerzas se puede conseguir todo" y reclamó poder "participar desde la España federal y la Europa plural".
El portavoz del grupo de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, instó por su parte a que PP y PSOE entiendan "que este problema no es puramente catalán, que deben resolver los catalanes, sino que es un problema español".
El diputado de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, aseguró que "lo que hay es una confrontación entre una visión muy centralista de España y la realidad del Estado".
Los sindicatos y las patronales catalanas aparcaron además la confrontación por la crisis económica y coincidieron en la necesidad de que se oigan las reclamaciones del país.
Oír a la España federalEl secretario general autonómico de CCOO, Joan Carles Gallego, subrayó que "Catalunya necesita sus competencias para avanzar hacia el autogobierno y en sus derechos sociales" y su homólogo de UGT, Josep María Álvarez, exigió oír a los defensores de la España federal de fuera de Catalunya. El presidente de Foment del Treball,
Juan Rosell, llamó a rehacer el acuerdo constitucional y a redefinirlo de una forma más "sólida" y "consecuente". "Somos muchos diciendo prácticamente lo mismo, que nos escuchen", sentenció.
Las críticas a la marcha también existieron. La diputada de UPyD, Rosa Díez, la tildó de "ataque a la Constitución" y la presidenta del PP en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, la vio "impropia de un país serio y democrático".
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