En Elvas, cerca de la frontera, se produjo el traslado momentáneo del atracador de bancos más famoso de los últimos tiempos. Jaime Jiménez Arbe, el Solitario, pasa la noche del martes en la cárcel de Valdemoro en Madrid después de pasar los últimos meses en una prisón de seguridad en Lisboa.

El cambio de la custodia del preso se produjo con total discreción y con estrictas medidas de seguridad que evitaran un nuevo espectáculo mediático alrededor del polémico atracador. La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, aseguró que la situación se solventó con 'total normalidad'. El Solitario llegó a España para ser juzgado por el asesinato de dos Guardias Civiles de Tráfico en Castejón, Navarra, en junio de 2004. El presunto asesino será trasladado hoy a una cárcel de máxima seguridad donde permanecerá ingresado hasta la celebración del juicio.

El Tribunal de Tudela, en Navarra, es el encargado de juzgar mañana al presunto culpable de los dos crímenes cometidos en plena persecución policial. Jiménez Arbe niega haber matado a los dos agentes a pesar de que el arma utilizada fue encontrada en el sótano de su casa de Las Rozas, en Madrid.

20 años de prisión

Después de comparecer ante el tribunal, el Solitario volverá en un plazo máximo de dos meses a Portugal para ser juzgado por otros delitos. La justicia portuguesa le acusa de intento de atraco a un banco en Figueira da Foz, porte ilegal de armas y uso de matrículas falsas. En total, podría ser condenado a 20 años entre rejas. La tentativa de la que se le acusa es la que desembocó en su detención, después de meses de investigación policial.Sólo después de haber sido juzgado por estos delitos en Portugal, se producirá la extradición solicitada por la justicia española.

Este juicio podría producirse en un plazo de dos años. En España está acusado de haber cometido 30 atracos a mano armada, además del asesinato de tres agentes del orden.

Los abogados de el Solitario -tres diferentes desde que fuera detenido el pasado 23 de julio- han tratado de mantener a su cliente en Portugal. Sin embargo, el preso se ha quejado últimamente de las condiciones de la cárcel lisboeta de Monsanto. En su defensa, uno de sus abogados, José Mariano Trillo-Figueroa, llegó a excusar los atracos de su defendido porque 'trabajaba para liberación del pueblo español'.

Es uno de los numerosos capítulos excéntricos de la detención de este delincuente cuya vida será incluso representada en una serie televisiva.

El Solitario fue apodado así por las fuerzas de seguridad españolas por su modo de actuar, siempre solo y disfrazado con barba postiza y peluca.