Este artículo se publicó hace 13 años.
El PP busca evitar errores, seguro de que ni Aznar pesa en su contra
"Ellos son el fin de un ciclo, nosotros el principio de una nueva era", proclama Rajoy
En el PP ven "muy movilizados" a los suyos. Por eso ni se plantean cambiar de estrategia y seguirán centrados en la economía. "No se puede dar argumentos a los que se agarre el contrario", reconocen abiertamente fuentes cercanas a Mariano Rajoy.
No hay que cometer errores que hagan reaccionar a la izquierda. Y cuando a los conservadores se les pregunta si los discursos de José María Aznar pueden encender los ánimos de una parte del electorado, lo niegan tajantemente con un gesto que refleja claramente su incomodidad y resignación ante semejante planteamiento. El expresidente del Gobierno tiene cinco actos de campaña programados. Algunos los ha protagonizado ya junto a la número dos del PP, María Dolores de Cospedal.
El PP asegura que con lo de "bellacos" tiene "una munición descomunal"
Los conservadores afirman que el "miedo a la derecha" no va a cuajar porque los ciudadanos ya conocen su estilo de gobernar. En la actualidad, en muchos territorios. Pero también en el pasado, precisamente durante los años de Aznar que el PP publicita como los del "milagro español".
Analizando a sus adversarios socialistas, los colaboradores de Rajoy creen que José Luis Rodríguez Zapatero se equivocó por completo al calificar de "bellacos" a los que dicen que ha habido recortes sociales. "Nos ha dado una munición descomunal", admiten.
En cuanto a las encuestas, que les sonríen, en el PP no se confían. A pesar de que Rajoy ha encargado sondeos en ocho comunidades y, según sostienen sus colaboradores, la distancia con el PSOE ha ido aumentando cada vez más. Los que rodean al líder conservador cuentan que, para él, lo de los indecisos es "un cuento chino", porque estos ya están atribuidos a uno u otro partido en función del recuerdo de voto. Por lo visto, le da más valor "al grado de participación" y sabe que eso dependerá de cada comunidad.
Rajoy pide "una reforma importante en campaña: que se prohíba insultar"
En el cuartel general del PP piensan que pueden ganar en Extremadura, pero que tendrán que estar pendientes de IU. Están convencidos de que en Aragón se convertirán en primera fuerza política y habrá que ver lo que hace el Partido Aragonés Regionalista.
Pero sus mayores esperanzas están puestas en Castilla-La Mancha. "Tenemos que lograr dos más en Guadalajara o dos más en Toledo o uno más en Ciudad Real", explican, mientras confirman que ven factible que lo primero ocurra sin problemas. Sobre Asturias, donde tal vez tengan que pactar con el Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos, prefieren no opinar.
La derecha presume de haber llenado todas las plazas en las que ha actuado. Pero en Zaragoza no completó el aforo. Ayer aseguraban que habían comparado las fotos del mitin de Zapatero y había más calvas aún que en el suyo. En el PP siguen prestando más atención al presidente del Gobierno que a sus potenciales sucesores. No en vano, Rajoy tendrá que seguir midiéndose con él durante los próximos meses, para empezar en el debate sobre el estado de la nación del mes de julio.
Rajoy estuvo ayer arropado por más de 2.000 personas en la Feria de Muestras de Valladolid, donde proclamó que los socialistas "son el fin de un ciclo" y su formación representa "el principio de una nueva era".
Durante su intervención, el jefe de la oposición afirmó que mientras algunos "re-curren a la división y a la discordia", el PP elige "la unidad y la concordia"; mientras otros eligen "el golpe bajo", su partido opta por "la mirada larga"; mientras el PSOE "esconde su marca y sus siglas", los suyos "se sienten orgullosos" de ellas, y mientras unos "recurren al miedo", ellos prefieren "la ilusión". "Ellos quieren minimizar la derrota; nosotros maximizar la esperanza", concluyó.
Rajoy dejó el discurso "del cambio" para los lugares donde el PP no gobierna y destacó ayer "el ejemplo del que hace las cosas bien", refiriéndose a su candidato autonómico, Juan Vicente Herrera, y al alcalde vallisoletano, Francisco Javier León de la Riva. Al final del acto irrumpieron unos afectados por la estafa de Afinsa y el Fórum Filatélico con pancartas, pero su presencia quedó sepultada por una inmensa marea de banderas azules.
Críticas a Óscar LópezLas intervenciones de Rajoy son cortas. Duran entre 15 y 20 minutos. Ayer aprovechó su tiempo para defender "una campaña limpia". "Por dos razones: porque somos educados y porque tenemos ideas, razones y programas", sentenció. "Otros no lo hacen", reprochó mientras pedía con sorna "una reforma muy importante en campaña: que se prohíba insultar".
A pesar de ello, no tuvo ningún reparo en cargar contra el candidato socialista por Castilla y León, Óscar López, sin pronunciar su nombre: "Aquí hay un adversario político que en esto [en lo de insultar] tiene al mejor maestro: el ínclito Pepiño [refiriéndose al ministro de Fomento, José Blanco]". "Dicen que es hombre de Pepiño. ¡No te lo pierdas! ¡Menudo planteamiento!", apuntó de forma despectiva. Y, para terminar, anunció lo primero que hará al llegar a la Moncloa: recuperar el Ministerio de Agricultura. Era el día de San Isidro.
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