Este artículo se publicó hace 13 años.
El PP ha convertido a Zapatero en su rival
Camps ha prometido empleo y austeridad y calla sobre la 'Gürtel'
La estrategia principal del PP durante la campaña electoral ha sido presentar los comicios de hoy como un plebiscito sobre la figura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Las referencias a la figura del líder socialista han sido continuas en los mítines de Francisco Camps, el candidato del PP a la reelección a la Presidencia de la Generalitat. "Hemos conseguido ya el 50%, porque no se va a volver a presentar; ahora tenemos que conseguir el otro 50%, que es que adelante las elecciones", resumió Camps en su último acto de campaña.
La fijación por Zapatero llegó hasta el punto de que su cara protagonizó el folleto más repartido en los mítines del PP. En él, el presidente aparece con una cómica sonrisa junto a una leyenda: "Lo que no quieras para España, no lo tengas en tu municipio". También el programa electoral está presidido por esta idea desde el primer epígrafe, titulado "una comunidad ignorada por el Gobierno socialista".
La realidad autonómica y municipal, que son los ámbitos de las elecciones de hoy, ha quedado, pues, en un segundo plano. A este respecto, Camps se ha centrado en fiar la solución al problema del paro al momento en el que el PP vuelva a ocupar la Moncloa: "Cuando Mariano Rajoy gane, volveremos nosotros a ser lo que siempre hemos sido, un motor económico".
La promesa de austeridad ha sido otro de los ejes de la campaña. El candidato conservador se ha comprometido a reducir un 25% los "cargos políticos y personal de confianza de la Generalitat", según reza en su programa. En este sentido, otras propuestas son reducir el número de consellerias a diez como máximo, impulsar el uso compartido de los coches oficiales, no duplicar funciones con el Gobierno central, reducir un 30% la burocracia o privatizar algunas funciones de la Administración autonómica.
El Ebro, fuera del programaEl agua ha sido otra de las constantes en el discurso del PP. Durante la campaña, Camps prometió que seguirá trabajando por la recuperación del Trasvase del Ebro y se lamentó de que se esté vertiendo agua al mar en vez de enviarla al País Valencià. Sin embargo, no incluye este punto en su programa electoral, que se limita a pedir la "solidaridad entre cuencas" pero también "la prioridad de uso en la propia cuenca".
También la presunta corrupción que salpica la cúpula del PP ha protagonizado la campaña, aunque esta vez por la falta de comentarios al respecto. Francisco Camps no ha contestado a las críticas de la oposición. En el debate electoral que mantuvo con el resto de candidatos en Canal 9, el president ignoró las preguntas y acusaciones directas que le plantearon. Camps está imputado por cohecho pasivo impropio. Además, el Tribunal Superior de Justicia analiza estos días los indicios de financiación ilegal de su partido.
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