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El PP ignora la transparencia de la que pretende hacer bandera

Los conservadores se niegan a revelar cuánto cuesta la convención del partido que comienza hoy en Sevilla y ocultan los datos de contratación en la web, incumpliendo su código de buenas prácticas

MARÍA JESÚS GÜEMES

'En una democracia avanzada, la transparencia debe ser la regla y el secreto, la excepción, para evitar el peligro de abuso de poder y de corrupción'. Podría ser el arranque de un tratado de ética política pero son palabras del Partido Popular. Figuran en una nota informativa que la formación política distribuyó el miércoles pasado. Ayer, tan sólo un día después, las ignoraban.

El partido de Mariano Rajoy celebra, desde hoy hasta el domingo, una convención en Sevilla bajo el lema Puedes confiar. En ella tienen previsto presentar un proyecto de ley orgánica que desarrolle el artículo 20 de la Constitución para garantizar a todos los ciudadanos el libre acceso a la información pública.

Pero, a pesar de hacer bandera de ello, el PP no da ejemplo. Ayer se le preguntó a la vicesecretaria de comunicación, Ana Mato, cuánto va a costar el cónclave que han organizado en Sevilla. 'No puedo decir cifras, lógicamente. Pero sí que hemos hecho un tremendo esfuerzo de austeridad', respondió la responsable conservadora sin ofrecer datos. Ni siquiera uno que pudiese venir a demostrar que el partido, como señaló, se ha apretado el cinturón en época de crisis.

En la rueda de prensa de presentación del encuentro, también se planteó si el PP tenía previsto colgar en su página web la información referente a la contratación del acto tal y como figura en el código de buenas prácticas que el partido dio a conocer en diciembre 2009.

'Las principales líneas de contratación las hemos hecho, como decimos en nuestro código de buenas prácticas, sujetas al procedimiento de concurso y toda la información necesaria se conocerá a través de los mecanismos oportunos. Hemos utilizado medios técnicos y todos los medios humanos de la casa. Contamos con más de 500 voluntarios. Y todos los participantes se pagan su estancia e incluso la comida que el PP organizará el sábado para la que venderemos tickets', fue toda la explicación que oftreció Ana Mato.

Lo único cierto es que en internet no figuraba ayer ningún documento, a pesar de que en su último reglamento ético el PP dejó bien claro (en su punto tercero, artículo 11) que tenía previsto 'difundir' a través de la red todo su contenido.

En el documento conservador se señala que, bajo un acceso denominado el 'perfil de contratante', se colgarán 'las instrucciones de contratación, así como aquellos procesos que, por razón de cuantía o de otra naturaleza, se decida que deben ser objeto de obligado conocimiento'. También anuncia que se publicarán los resultados de una auditoría externa anual y la carta de compromisos de sus cargos, que les impedirá ser candidatos electorales si se niegan a firmarla. Un año después de su aprobación, las normas internas concebidas para evitar nuevos escándalos de corrupción, como el caso Gürtel, se incumplen.

Mato trató de defender su postura. Al insistirle sobre el tema dijo que no podía dar los detalles sobre el coste de la convención porque 'todavía no se ha hecho'. 'Por tanto', dijo, 'no los tenemos'. No quiso dar ni cálculos estimativos.

'Tampoco soy yo la gerente del partido por lo que no tengo conocimiento de todos los datos económicos', añadió la número tres del PP mientras insistía en que al término de la cita de este fin de semana su partido rendiría cuentas. El secretismo oficial que se respiraba ayer en la sede nacional contrastaba con sus intenciones. El sábado, la derecha reservará su ponencia política a hablar de transparencia y regeneración política.

De lo primero se ocupará la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Resulta curioso el papel que se le ha reservado teniendo en cuenta que la líder conservadora niega información a la oposición en la Asamblea de Madrid. Los socialistas madrileños afirman que, desde febrero de 2009, llevan pidiendo, una vez al mes, los contratos menores relaciones con la red de corrupción dirigida por Francisco Correa (más de 300 por los que se pagó más de 3 millones de euros entre 2004 y 2008). Hasta el momento no han visto ni uno.

Pero no es el único caso de opacidad que se vive en las filas de Rajoy. También el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, presume de que su Govern es el 'más transparente' pero, eso sí, sin mostrar los contratos de la Comunitat con las empresas de la trama que se le han reclamado sin cesar en las Corts. Los conservadores valencianos siempre esgrimen que lo que se solicita carece de 'trascendencia pública'. Pero, ya en agosto pasado, el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el bloqueo permanente que el PP valenciano somete las preguntas de la oposición y ordeno a la Cámara regional comenzar a tramitarlas. Hasta hoy no hay noticias.

El PP pide que la Administración sea abierta a todos los ciudadanos, pero no se aplica el cuento. No hay que olvidar que tampoco se conocen ni los sueldos, ni el patrimonio de sus cargos. Mato ayer prefirió centrarse en presentar a su partido como el que devolverá 'la ilusión' a los ciudadanos.

'El PP siempre ha sido un partido transparente. Todas las cuentas se han presentado al Tribunal de Cuentas y son abiertas. Se ha hecho todo el procedimiento por concurso', insistió.

En la cita de este fin de semana, Rajoy entregará los primeros Premios Proyectos y Buenas Prácticas Municipales'. La derecha quiere, además, hablar mucho del rol de los políticos. Entre los participantes está presente toda la cúpula del PP y varios alcaldes. La convención es un acto a mayor gloria de su presidente. Sólo Francisco Álvarez-Cascos podría enturbiar la euforia de los conservadores que ya se ven con un mapa de España todo tintado de su simbólico color azul a partir del 22 de mayo y con un pie en la Moncloa.

1. Daño a la imagen del PP

El PP insta a sus miembros a ir más allá de la ley y a huir de conductas que puedan dañar su imagen. Pero, durante estos meses, se han ido produciendo avances judiciales en casos como ‘Gürtel', ‘Fabra', o Brugal' sin que el PP adopte medidas.

2. Falta de información

La máxima transparencia en el funcionamiento del partido es uno de las principios de este código. Por ello, apuesta por publicar en internet la carta de compromisos, el perfil del contratante y la auditoría anual. Nada de esto es una realidad todavía.

3. Comisión de seguimiento

Semanas después de que el código recibiera luz verde por parte del comité ejecutivo del PP, el partido informó de una reunión inminente de la comisión de seguimiento de estas normas. Hasta la fecha no se ha conocido ninguna otra convocatoria ni resolución.

4. Carta de compromiso

Entre otros aspectos, las cartas de compromisos deben incluir una declaración jurada de que los candidatos electorales no tienen ninguna causa pendiente con la Justicia que les impida concurrir a las urnas. El PP aún no lo ha formalizado y lo tendrá que cumplimentar de cara a las elecciones del 22 de mayo.

5. Contratación

Otra de las obligaciones de este código es la de la constitución de las mesas de contratación y la celebración de concursos. Ayer, la vicesecretaria de organización, Ana Mato, aseguró que para la convención de Sevilla su formación había hecho 'las principales líneas de contratación sujetas al procedimiento de concurso'. Pero no dio ningún dato y el PP no lo publicó en internet.

6. Auditoría externa

Después de un año, desde la aprobación de este manual, el PP no ha informado de si ha sometido las cuentas de su partido a una auditoría externa.

7. Ausencia de sanciones

El código no contempla cuáles son las sanciones a las que se enfrentan aquellos cargos que incumplan alguno de sus preceptos. Es el comité de derechos y garantías el que debe analizar los casos. 

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