El PP maniobra para echar abajo la Ley del Agua de Barreda

Cuando el pasado miércoles el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció que el Gobierno aprobará un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN), la presidenta de Castilla-La Mancha y número dos del PP, María Dolores de Cospedal, se apresuró a aplaudir la iniciativa. Ella misma trata ahora de facilitar la aprobación de ese plan a través de las Cortes castellano-manchegas.

Su grupo parlamentario se ha apresurado a presentar una iniciativa para impedir la tramitación de otra normativa que podría constituir un obstáculo para las pretensiones del Ejecutivo central: la Ley del Agua aprobada en marzo de 2011 por las Cortes de Castilla-La Mancha, y que está a la espera de ser admitida a trámite en el Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva.

Cospedal respalda la aprobación del nuevo Plan

La Mesa y la Junta de Portavoces de las Cortes regionales calificaron el jueves una propuesta de resolución del PP que establece el procedimiento a seguir para la retirada de las proposiciones de ley de Castilla-La Mancha que estén en trámite en la Cámara Baja. Y se da la circunstancia de que, en este momento, la única propuesta que está en el Congreso es la relativa al agua que fue aprobada y remitida al Parlamento nacional cuando el socialista José María Barreda seguía siendo el presidente castellano-manchego.

Las propuestas normativas de las comunidades autónomas son junto a las iniciativas legislativas populares las únicas proposiciones de ley que no caducan en el Congreso con el cambio de legislatura. Son los parlamentos autonómicos los encargados de mantener o retirar en su caso sus propias iniciativas tras la disolución de las cámaras. La iniciativa del PP que se aprobará en el próximo pleno de las Cortes castellano-manchegas va en este sentido.

Los socialistas de la región criticaron ayer la "prisa" con la que los conservadores quieren aprobar el procedimiento para retirar propuestas de ley del Congreso, "justo después de que Arias Cañete haya anunciado la aprobación de un nuevo Plan Hidrológico Nacional, y cuando la Ley del Agua es la única iniciativa de Castilla-La Mancha" pendiente de tramitación.

La número dos del PP descarta un nuevo trasvase desde el Tajo medio

Esa normativa, que fue aprobada por las Cortes en marzo aunque sólo con los votos del PSOE, recoge algunos de los puntos clave de la reforma del Estatuto de la región. Este último texto tuvo que ser retirado hace casi dos años después de que el Grupo Popular votara en su contra en la Cámara Baja tras las presiones del expresident valenciano Francisco Camps y el dirigente murciano Ramón Luis Valcárcel.

Ambos se negaban a que se fijase una reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos para garantizar "el cumplimiento de los objetivos ambientales y para atender las necesidades de Castilla-La Mancha". Consideraron que esa reserva podría afectar al trasvase Tajo-Segura, del que se benefician ambas comunidades autónomas. La Ley del Agua incorporó esa misma redacción, y otorga además todas las competencias en materia hídrica a la Junta de Comunidades castellano-manchega.

En el caso de que el Gobierno de Castilla-La Mancha luchara por su aprobación, Cospedal se encontraría pues en su eterna disyuntiva: defender el "agua para todos" que proclama el partido del que es número dos a nivel nacional o velar por los derechos en materia hídrica de la comunidad autónoma que preside.

Sus últimas declaraciones a favor del PHN hacen pensar que se ha decantado por la primera de las posibilidades. Ayer, Cospedal aseguró que en su opinión es "perfectamente posible" que haya un concierto entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura para un "reparto equitativo" del agua en toda España y descartó un nuevo trasvase desde el Tajo medio al Segura.

"No queremos que haya trasvases ni desde el Tajo medio ni desde la cabecera", le contestó de inmediato el secretario de Organización del PSOE castellano-manchego, José Manuel Caballero.