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El PP se toma la revancha y supera el listón de Aznar en 1995

La derecha presume de 'triunfo histórico' y anuncia 'el inicio de una nueva etapa política'

MARÍA JESÚS GÜEMES

El PP llevaba esperando este momento desde la derrota electoral de 2004. En estos últimos años, los conservadores habían logrado brindar por la victoria en las gallegas, en las europeas y también al mejorar sus resultados en las catalanas. Pero no fue nada en comparación con lo que se vivió ayer en su cuartel general, donde el 22-M para Mariano Rajoy pasará a la historia como la fecha de la gran revancha.

La euforia contenida frente a las encuestas se desató de golpe ante la certificación de los datos: el PP había arrasado. Primero por el alto porcentaje de voto obtenido en las municipales (más de diez puntos de diferencia respecto al PSOE) y más de dos millones de votos. Segundo porque conquistó Castilla-La Mancha. Lo que ahora exhibirá como su gran trofeo. Y tercero porque aumentó su número de concejales en más de 4000. Los colaboradores de Rajoy se apresuraron a destacar que se trataba de 'un triunfo histórico'. Él lo rubricaría pasada la media noche desde el balcón. Rajoy superó con creces el listón de Aznar en 1995, cuando el PP logró 981.785 papeletas más que los socialistas y casi 5 puntos de diferencia. Algo que se olía desde primera hora de la tarde cuando en los alrededores de la sede nacional lo disponían todo para celebrar una gran fiesta con chocolate y churros incluidos.

La primera en salir y confirmalo fue la directora de la campaña y responsable de Organización, Ana Mato, que en una intervención en la que no admitió preguntas, indicó que el PP había obtenido 'una gran victoria electoral' y que eso suponía 'el inicio de una nueva etapa política'.Después fue el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, quien habló de 'descalabro brutal del PSOE' y auguró que el 'vuelco' para las generales estaba garantizado porque, según sus cálculos algo exagerados, podían doblar la cifra y llegar hasta los 20 puntos de diferencia. El PP anunciaba que se ponía a trabajar para responder a 'la confianza' y que era 'mucho el compromiso'. Sus cargos explicaban que si habían ganado era porque 'una mayoría de los españoles' confiaba 'en su proyecto de cambio'.

En 1995, Rajoy salió a anunciar el resultado: 'Los socialistas han experimentado una considerable pérdida de apoyo electoral'. Dieciséis años después tenía ocasión de repetirlo. Y se lo agradecía sobre todo a los que habían votado al PP 'por primera vez'. 'Que son muchos', destacó mientras les aseguraba que no se iban 'a arrepentir nunca'. Atrás quedaban para él los momentos críticos que vivió cuando su liderazgo fue cuestionado. El jefe de la oposición se arrancaba así una espina y miraba ya hacia La Moncloa. Sus compañeros se mostraban más convencidos que nunca de que ayer se había tomado el impulso definitivo para alcanzar el sillón de Gobierno en 2012.

Ahora el PP se verá más legitimado para pedir un adelanto electoral. Pero anoche no lo hizo. Sólo lo hizo Aguirre. El equipo de Rajoy decía que Zapatero tenía que hacer 'examen de conciencia' y tener en cuenta lo que le había dicho la calle: 'una moción de censura' en toda regla.

En los comicios locales el PP logró imponerse al PSOE de forma aplastante. Y sus dirigentes estaban muy contentos por haber ganado en Sevilla por mayoría absoluta. Para Rajoy era el símbolo de que su formación se impondrá en Andalucía al año que viene.

Pero lo que más se celebró ayer fue el triunfo de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en Castilla-La Mancha. Era la mejor noticia que le podían dar al líder del PP que había puesto todo su empeño en arrebatar este feudo socialista. Era el duelo clave y se lo apuntó. Ahora habrá que ver si sigue en su puesto como número dos. Rajoy no tiene ninguna intención de reemplazarla.

También fue aplaudido el éxito en Balears, donde dan por enterrada la etapa de Jaume Matas que está imputado por el caso Palma Arena. Además, revalidaron mayoría en Madrid y en el País Valencia demostrando que el caso Gürtel no les pasa factura. Sus grandes fracasos Asturias y Navarra. En una rueda de prensa a última hora, Mato defendía que al menos había ganado 'una fuerza de centro derecha' y decía que en la Comunidad Foral el resultado era 'muy digno'. El PP lamentó la entrada de Bildu en las instituciones: 'Es muy mala noticia', sentenciaron. En la calle coreaban '¡Bildu, fuera!'. Rajoy no entró al trapo.

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