El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió ayer al portavoz de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, que 'como representante de la soberanía nacional ponga en juego toda su influencia' para que ETA se disuelva de forma 'inmediata, voluntaria y sin ninguna condición'.

Fue la respuesta que le dio a su primera pregunta oral desde la constitución de las Cortes de la X Legislatura. Errekondo le reclamó que se atajen 'las causas y consecuencias del conflicto' en el País Vasco, solicitando entre otras medidas la creación de una comisión de víctimas, el acercamiento de los presos de ETA, así como la liberación de los que estén gravemente enfermos.

'Por lo que atañe a este Gobierno, el único conflicto sin resolver en Euskadi es el de una organización terrorista que ha anunciado el cese de sus crímenes, pero no se ha disuelto y mi obligación es utilizar todos los instrumentos legales para asegurar la total desaparición de la banda y que sus componentes respondan individualmente ante la justicia', indicó Rajoy.

El cruce de declaraciones se produjo después de que, este martes, el Congreso rechazara por 326 votos en contra y 5 a favor una moción de Unión, Progreso y Democracia para ilegalizar Amaiur y Bildu, la formación que representa a la izquierda abertzale en las instituciones políticas a nivel local. Todos desde el PP hasta Amaiur coincidieron en tachar de 'oportunista' la moción defendida por Rosa Díez, la portavoz de UPyD.

El resto de grupos parlamentarios, salvo UPyD y Amaiur a cuyos dirigentes no se les consultó, habían presentado un acuerdo de unidad antiterrorista alternativo exigiendo la disolución de ETA y el favorecimiento de la convivencia tras el cese de la violencia. La formación de Díez lo vetó. Ayer Rajoy afirmó que el Ejecutivo va a 'cumplir la ley vigente'.