El juez Baltasar Garzón procesó ayer a 12 presuntos miembros y colaboradores de ETA por varios delitos, entre los que figuran conspiración para atentar contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, y el intento de secuestro y asesinato de un concejal del PSE de Eibar (Guipúzcoa). Entre los procesados están los ex número 1 del aparato militar de ETA Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, Jurdan Martitegi y Aitzol Iriondo.

El comando Vizcaya, del que era jefe el también procesado Arkaitz Goikoetxea, recibió el encargo de colocar un artefacto en las calles de Ezcaray (La Rioja) que pudiera activarse por cable al paso de Grande-Marlaska. Según una información preliminar etarra, el juez veranearía en dicha localidad en agosto de 2007. El atentado no se cometió, porque el juez no fue a la localidad.

En cuanto al concejal del PSE de Eibar, el juez explica que Txeroki proporcionó en septiembre de 2007 información al comando sobre la identidad de un concejal llamado Benjamín. Los datos coincidían con los del edil de PSE de Eibar Benjamín Atutxa Iza. La intención de los terroristas era sedarlo con los tranquilizantes inyectables como los encontrados en un zulo en Pazuengos (La Rioja) para mantenerlo retenido durante dos días y posteriormente asesinarlo.

El auto describe con detalle los ocho atentados cometidos por el comando en 2007 y 2008, aunque se investigan en otros procedimientos. Se trata de los perpetrados contra varias casas cuartel, como la de Legutiano (Álava), en la que murió el guardia civil Juan Manuel Piñuel. El comando Vizcaya también atentó entonces contra el Real Club Marítimo El Abra y el palacio de Justicia de Getxo, la comisaría de la Ertzaintza de Zarauz (Guipúzcoa) y varias casas del pueblo.

Otro de los encargos de Txeroki a Goikoetxea y Martitegi consistió en buscar infraestructuras para ETA en Portugal.