El presidente de Voces contra el Terrorismo (VcT), Francisco José Alcaraz, aportó un nuevo motivo de la supuesta connivencia entre el Gobierno y ETA. La banda, además de terrorista, es de 'extrema izquierda', explicó. Por eso, terroristas y socialistas comparten 'el mismo interés partidista': romper España. Alcaraz cerró el acto en protesta por la presencia de Bildu el 22-M acusando al PSOE de 'revanchista y guerracivilista'.

La tarima montada por VcT ya adelantaba el discurso de Alcaraz. De una grúa colgaba un gran cartel emulando la propaganda electoral del PSOE, pero con algunos cambios. En letras blancas sobre un fondo rojo aparecía un 'Vota ETA', en lugar de las siglas del PSOE. En el cuadrado inferior, el puño y la rosa habían sido sustituidos por una urna en la que entraba el cañón de una pistola derramando sangre sobre las papeletas. '¡Ahora puedes!', se leía debajo.

A pocos metros de la pancarta se situaron algunos representantes del PP: el portavoz en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja; la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, y la consejera de Educación madrileña, Lucía Figar. Mayor Oreja fue preguntado por una supuesta falta de contundencia del líder del PP, Mariano Rajoy, sobre Bildu en Vitoria. 'Cada uno hace el discurso que quiere', dijo. Y a continuación interpretó: si Rajoy dijo que no le gusta que ETA esté en las instituciones, 'está diciendo implícitamente que hará lo indecible para que no esté en las elecciones'.

Los protagonistas ausentes del acto fueron los magistrados del Tribunal Constitucional que votaron a favor de la presencia de Bildu el 22-M. 'Presuntos traidores' los llamaba el pseudosindicato Manos Limpias en una pancarta. Por su parte, José Antonio Ortega Lara, protagonista del secuestro más largo de ETA, los acusó de 'matar' la memoria de las víctimas. '¿Estarían ustedes dispuestos a sacrificar algo de lo que sacrificaron las víctimas?', les preguntó.

Los magistrados del TC que legalizaron Bildu fueron blanco de los insultos 

El fallo del TC era el motivo de la protesta en la Plaza de la República Dominicana, donde ETA asesinó en 1986 a doce guardias civiles. Es la segunda manifestación contra la presencia de la izquierda abertzale tradicional en los comicios. A la del 16 de febrero acudieron Aguirre y la cúpula del PP vasco. Rajoy no ha estado en ninguna. Si entonces participaron decenas de miles de personas, hoy no hubo más de 3.000. La organización se limitó a hablar de 'varios miles'.

Durante la protesta, bajo la lluvia, se oyeron gritos de 'asesino' y 'traidor' contra José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. La Policía advirtió a Falange de que no podía acercarse al escenario, porque son un partido y aquel no era su acto. Mientras, parte del público reprochaba a los agentes el caso Faisán.