La protesta de los funcionarios de prisiones de Valencia ha prendido en toda España. Ayer, empleados de cárceles de toda España se concentraron pacíficamente para protestar por las condiciones de vida de los internos, que a su vez generan motines como el de hace una semana en el penal de Picassent.

Acaip, el sindicato mayoritario de prisiones, advierte de que no se puede jugar con fuego. Los tres funcionarios que fueron secuestrados en Valencia, subraya en un comunicado, se encuentran “muy mal” y “reviven en cada momento los hechos” que sucedieron en la noche del 27 de noviembre cuando fueron retenidos por cuatro reclusos, “con detalles que les hacen plantearse seguir trabajando en interior, que quedan grabados en la cabeza y que les hace no dormir”. Y esto es sólo el principio, sigue Acaip, que mantuvo ayer una reunión con los trabajadores, informa Europa Press.

La central dijo sentirse “sorprendida” cuando la dirección del penal sólo admitió “pequeños errores” y afirmó durante la reunión que todo había salido “genial”. Habrá más entrevistas para solventar el problema de aislamiento y el traslado de 20 o 25 internos a otros centros, una solución que para el sindicato es “patética y escasa para el dilema que sufre la unidad de cumplimiento”.

Gallizo desconocía detalles

Respecto a la reunión mantenida entre los sindicatos a nivel nacional y la directora general, Mercedes Gallizo, Acaip explicó que expuso una versión “también escasa y no convincente”, insistieron. Los trabajadores le contaron detalles “que ella desconocía”, ante los que mostró “preocupación y asombro”. Acaip confía en que el Gobierno tome medidas y, sobre todo, aumente la plantilla de funcionarios. “Es lo mínimo exigible”, zanjaron.