Este artículo se publicó hace 16 años.
El PSC evita alejarse del PSOE pero le exige más federalismo
Montilla contenta a los catalanistas situando a Molas de presidente del partido
El PSC cerró ayer el debate de ponencias de su congreso con dos mensajes claros: el primero, que no quieren, pese a mantenerse celosos de su autonomía orgánica, distanciarse del PSOE en lo institucional o ideológico. El segundo, que insisten con renovada energía sacada de las urnas en exigir a Zapatero que ahonde en avanzar hacia un Estado “plurinacional y federal”.
Por todo eso quedó claro que sus 25 diputados en el Congreso no formarán por ahora grupo al margen del PSOE pero también que es necesario pensar ya en una reforma de la Constitución y en una filosofía federal del Estado. Se pidió, en enmiendas pactadas, no sólo que Catalunya tenga voz en órganos de decisión y reguladores del Estado (como el Tribunal Constitucional o la Comisión del Mercado de Valores) como contempla el Estatut si no que, además, la futura reforma de la Carta Magna, que Zapatero ya intentó en la pasada legislatura, incorpore el espíritu de los “avances” autonómicos. Los retoques, concretan, no deben limitarse a una reforma ambiciosa del Senado. También a dotar al Estado de una estructura institucional “plural” e incluir principios de lealtad federal.
En lo más inmediato, las ponencias abordan la financiación autonómica fijando la intención de incentivar la relación bilateral Estado-Generalitat. El portavoz socialista, Miquel Iceta, explicó que hoy esperan de Zapatero, que intervendrá invitado a la clausura, adquiera un compromiso con el cumplimiento de la literalidad y el espíritu del Estatut porque, afirmó, “con la música de Solbes no habrá canción”.
Presionar en Madrid
El PSC se verá obligado a ejercer presión en Madrid. Pero no lo hará al margen del PSOE, sino desde dentro. Después de un tenso debate, se incorporó el texto propuesto por el sector oficialista que, como es tradicional, deja en manos de la cúpula buscar la “articulación parlamentaria más adecuada” para que el “perfil propio” del socialismo catalán se exprese. Los consellers Ernest Maragall y Antoni Castells, el primero de forma más explícita, intentaron que el texto fuera más allá pero acabaron tirando la toalla ante la falta de apoyos que intuían.
El congreso está marcado por la voluntad del PSC, que promovió una declaración de principios y se comprometió a convocar una conferencia abierta a simpatizantes, de ganar la centralidad. Por eso optó por un discurso y gestualidad que dejara atrás su imagen metropolitana y se subió al carro de peticiones que hasta ahora lideraba CiU en infraestructuras o economía.
No perder perfil
La dirección del PSC albergaba cierto temor a que su negativa a adoptar una postura más ambiciosa sobre el grupo propio en el Congreso menguara su perfil catalanista. Montilla sorprendió y resolvió con cargos. El sector catalanista quería que la presidencia del partido, que Pasqual Maragall dejó vacante al darse de baja, fuera para uno de los suyos. El nombre de la consellera de Justicia Montserrat Tura esataba encima de la mesa pero Montilla prefirió recuperar al catedrático Isidre Molas, vicepresidente del Senado, y cuya estrella política se había ido apagando en los últimos años.
En la vicepresidencia mantuvo a Manuela de Madre. El segundo gesto con los catalanistas fue encargar a otro ilustre veterano, el eurodiputado y ex primer secretario Raimon Obiols, que dirija la conferencia abierta de 2009 para ganar complicidades sociales.
El resto de la ejecutiva, que se vota hoy, no guardaba grandes secretos. La intención de Montilla era reducirla e incorporar en ella a diversos alcaldes, como el de Lleida Àngel Ros o el de Tarragona Josep Fèlix Ballesteros.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.