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PSC y PSE avalan la estrategia del pacto anticrisis de Zapatero

Asumen el coste electoral que podría suponerles un acuerdo con los nacionalistas

GONZALO LÓPEZ ALBA / JUANMA ROMERO

El PSOE se ofrece sin reservas a un pacto anticrisis con todas las fuerzas políticas, y sin mirar posibles daños electorales. José Luis Rodríguez Zapatero se lo reclamó a sus compañeros en la reunión de la ejecutiva de su partido y ellos le correspondieron con firmeza. El gesto adquirió mayor relieve cuando los dos representantes del PSC y del PSE en la cúpula federal, Miquel Iceta y Rodolfo Ares, expresaron al jefe del Ejecutivo su apoyo “sin reticencias” a la búsqueda de pactos con todas las fuerzas, también los nacionalistas, según subrayaron asistentes a la cita.

Los socialistas gobiernan en Catalunya y Euskadi, y tienen en la oposición a CiU y PNV, que en el debate en el Congreso mostraron mayor predisposición al entendimiento con Zapatero. Tal acuerdo podría entrañar dificultades al PSE y, sobre todo al PSC, que tiene a las puertas unas elecciones autonómicas en las que CiU va por delante en las encuestas.

Ayer, Iceta –viceprimer secretario de los socialistas catalanes y número dos del president José Montilla–, y Ares –secretario político del PSE y hombre fuerte del lehendakari Patxi López–, rechazaron ese análisis. Ambos mostraron un “interés clarísimo”, a juicio de varios dirigentes de la ejecutiva consultados por este diario, en dejar claro que no caben “interpretaciones de rentabilidad electoral”, pues lo “prioritario” es la lucha contra la crisis y la búsqueda de un pacto “lo más amplio posible”.

La ejecutiva, corta porque el presidente tenía que marchar a la Moncloa para reunirse con el primer ministro de Turquía, desmenuzó los cuatro puntos de negociación (empleo, competitividad industrial, reducción del déficit y sistema financiero). El presidente insistió en que ha dibujado un escenario de acuerdo “sin condiciones previas” y “sin espacios vetados”, describió un responsable de la ejecutiva y diputado.

Zapatero hizo esa misma declaración de intenciones en la Moncloa: “El Gobierno va a poner todo el empeño en buscar acuerdos y, por supuesto, también con el PP”. Los socialistas, aseguró, harán “todo lo que puedan para contribuir al clima más adecuado”. Por eso, o porque compartía el estrado con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, evitó abrir nuevos flancos de controversia con los conservadores e incluso responder a la invitación de Esperanza Aguirre para formar un Ejecutivo de concentración.

El presidente repartió ese papel a Leire Pajín, que desde la sede federal del PSOE acusó al PP de no tener “sentido común ni sentido de Estado”. “Mariano Rajoy se aprovecha a tope de la crisis. El PP ha pasado de no pegar ni palo a poner palos en la rueda para impedir que el país salga de la crisis”, denunció. La secretaria de Organización esbozó la caricatura de un Rajoy pelele, del que espera “sea capaz de cambiar el guión que le escriben en Génova [sede del PP]” y esté “a la altura”.

Pajín también remachó la vocación del Gobierno de “llegar a acuerdos con todos, sin excepción, y hablando de todo”. O, como ilustró el vicesecretario general, José Blanco, tiene que haber “pacto sí o sí”, informa Europa Press.

En su comparecencia con Erdogan, Zapatero negó que haya dado un bandazo a su política por haber optado al inicio de la crisis por el déficit público y ahora por un plan de austeridad: “Ahorrar cuando va bien y llevar recursos públicos a la economía cuando hay una grave crisis es una política anticíclica de bastante sentido común”.

El presidente afirmó que la reducción del “déficit extraordinario” se hará “de forma progresiva”. En 2010 la cifró en el 2% del PIB. Zapatero mantuvo que la recuperación vendrá ya en el primer trimestre de este año y volvió a denunciar los “movimientos” especulativos “concertados” para desestabilizar economías como la española.

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