El PSOE asturiano no ve en la denuncia de 'graves irregularidades' en la gestión del Centro Niemeyer una mera cuestión administrativa. Ve algo más: el intento de Francisco Álvarez-Cascos de 'liquidar la fundación' que dirige el espacio cultural. Es decir, que mueven al presidente del Principado 'razones de interés político y partidista'.

Eran las palabras, ayer, de Álvaro Álvarez, líder de los socialistas de Avilés, la localidad donde se ubica el Niemeyer, promovido por el anterior Gobierno regional, del PSOE, e inaugurado en 2010. El viernes, el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure anunció que la Intervención del Principado había comprobado que faltaban facturas que justificaran los gastos contabilizados en la fundación.

'Hay una campaña de desprestigio contra la gestión completamente insidiosa opinó Álvarez. Están causando un daño enorme a Avilés y a Asturias, por el desprestigio a un centro que está suponiendo un boom en el desarrollo de la ciudad'.

Aunque más cauto, Javier Fernández, el líder de la Federación Socialista Asturiana y rival de Cascos el pasado 22 de mayo, secundó a su compañero. Calificó de 'peligroso' el discurso del jefe del Ejecutivo, ya que el Niemeyer es 'algo icónico para Avilés y más que para Avilés. 'No sólo es un contenedor, un edificio y unos espacios', sino 'un intangible', dijo. Y añadió: 'Todo eso que cuesta tanto construir se puede destruir en dos días y le exigimos que en este asunto sea prudente y no venga exclusivamente condicionado por su afán de revancha política', informa Europa Press.