Con distintas formulaciones, los partidos interesados en futuros pactos pos-electorales coinciden en el mismo punto de partida: 'Aún hay que analizar resultados', como se excusa un miembro de la dirección socialista implicado en la negociación para no adelantar movimientos en el tablero autonómico. La partida no se ha iniciado.

'Hay pactos pendientes en Navarra, Canarias y Euskadi', adelantó ayer el número dos del PSOE, José Blanco, en su primer análisis sin diferenciar los ámbitos autonómico y municipal. Su homóloga conservadora, María Dolores de Cospedal, se permitió exigencias: que el PSOE renuncie a cualquier contacto con Bildu en Navarra, y abrazó el reencuentro con el asturiano Francisco Álvarez-Cascos.

En Canarias el PP impone como condición hacerse con la Presidencia

Extremadura, donde IU ha sido tan receptiva como el PSOE explícito ofreciendo un acuerdo, es el único territorio en el que las dudas aparecen despejadas. El socialista Guillermo Fernández Vara (30 escaños) sumará con IU (tres) para cerrar el paso al PP (32 diputados).

El PP garantizará en el Principado un 'gobierno estable', apuntó Cospedal sobre su previsible apoyo (tiene diez escaños) al Foro Asturias que lidera el exsecretario general de los conservadores. Álvarez-Cascos (16 diputados) relevará al PSOE al frente de la comunidad gracias al partido que lo rechazó como candidato. La suma de socialistas (15 escaños) e IU (cuatro) nada puede hacer en contra.

La mayoría absoluta en la Cámara regional está en 23 escaños y el poder bien vale un abrazo que ya se perfila: 'Respeto a la dignidad de las personas, empleo, salarios dignos, educación, vivienda, sanidad y transparencia' son los ejes de cualquier acuerdo, según Cascos, que se declaró ayer dispuesto a 'abrir las puertas al entendimiento'. 'Sobre programas vamos a pactar', santificó el portavoz conservador, Esteban González Pons. El PP 'actuará con generosidad', se resignó a aceptar su candidata, Isabel Pérez-Espinosa, al encajar su derrota.

'Un acuerdo rápido y sin imposiciones' plantea Coalición Canaria al resto de fuerzas. Los nacionalistas tienen 21 escaños diez menos de la mayoría absoluta y los mismos que el PP, en una Cámara que se completa con 15 diputados del PSOE y tres de Nueva Canarias escisión de CC, que descarta pactar con ellos.

Fuentes nacionalistas dibujan un futuro gobierno en minoría con apoyos del PSOE que se limita a esperar o el PP, con quien rompieron hace seis meses. No concretan más. 'Hay muchas posibilidades', subrayó su presidenta. Abriendo la mano, CC no impone ahora -otra cosa será en la negociación- la Presidencia para Paulino Rivero, al contrario que el PP, que la exige para José Manuel Soria al frente como condición sine qua non. 'El diálogo no se inicia con imposiciones', replica CC.

Bildu irrumpe en el Parlamento navarro con siete escaños. UPN es la fuerza mayoritaria (19) en una Cámara fragmentada: NaBai (ocho), PP (cuatro) y Ezquerra (tres). El resultado permitiría reeditar un gobierno de UPN en minoría apoyado por los socialistas que es el escenario actual o incluso una coalición en la que el PSN (nueve) asuma tareas de Gobierno. No lo descartan. 'No hay nada decidido', apuntan los socialistas navarros. La candidata de UPN contactó ayer con el líder regional, Roberto Jiménez, para tantearle. El PSN estudiará su respuesta el jueves. Descarta a Bildu y no suma con NaBai 17 escaños, 20 unidos a Ezquerra como para ser investido sin el aval de la marca abertzale. La mayoría absoluta son 26 diputados.

Los socialistas creen 'completamente inviable' un acuerdo para hacerse con el Gobierno regional, según apuntan a Público en el PSOE de Aragón. Precisarían un cuatripartito que uniera junto al PSOE (22 escaños) lo irreconciliable: el centro derecha del Partido Aragonés clave con sus siete diputados y la izquierda de IU (cuatro) y la Chunta (cuatro).

En este escenario, la bisagra del PAR hará presidenta a Luisa Fernanda Rudi, del PP, que logró 30 escaños cuatro menos de los necesarios para la mayoría absoluta. 'Ahora es momento de reflexionar', se excusan los regionalistas para no concretar cómo materializará su líder, José Ángel Biel, este previsible apoyo al PP que los socialistas sus aliados de los últimos 12 años dan más que por hecho.