El PSOE se hace fuerte en Ourense

Si me permiten la inmodestia, creo que [el PSdeG] ha salido fortalecido". El pasado lunes, cuando el PSOE empezaba a digerir la derrota electoral, el secretario general de los socialistas de Galicia, Manuel Vázquez, sacaba pecho.

Pese a los malos resultados, el socialismo gallego fue el que mejor aguantó el tipo el 22-M en el conjunto del Estado, al perder sólo un 4,9% de los votos progresistas. Las elecciones se han celebrado "en el peor escenario local de todos los tiempos en España", por lo que es "reconfortante" el resultado alcanzado en Galicia, justificaba Vázquez. Han conseguido 990 concejales, frente a los 1.116 ediles logrados en 2007. Y, reconoce Vázquez que, "sin ser motivo de alegría, reconfortan un poco" los resultados de Vigo, Lugo y Ourense en una coyuntura de crisis ante la que el PSOE "sucumbe".

En ese escenario de debacle socialista llama especialmente la atención el resultado de la formación en Ourense, que no sólo se mantendrá en la alcaldía, sino que ha mejorado en diez puntos los resultados históricos de las anteriores municipales. El respaldo de los votantes, en un feudo tradicionalmente conservador, han permitido que la lista encabezada por Francisco Rodríguez sea la que mejor soporta el envite en tiempos convulsos.

El PSdeG fue el que mejor aguantó el tipo al perder sólo un 4,9% de los votos

El artífice de esta victoria se resiste a hablar de eventuales fórmulas mágicas: "He tenido la suerte de contar estos cuatro años con un buen equipo de gobierno. Junto con el BNG, formamos un gobierno leal, sin conflictos ni estridencias". El PSdeG de Ourense, tras conseguir 11 concejales, los mismos que el Partido Popular, que se deja dos por el camino, repetirá Ejecutivo municipal si no hay sorpresas con la ayuda de los tres ediles del Bloque.

Unos resultados "históricos gracias exclusivamente al voto local", recalca el alcalde in péctore, salido de los primeros comicios en que los emigrantes españoles en el exterior, un colectivo con mucho peso en Galicia, no podían votar.

Rodríguez se consolida de esta forma como regidor en una ciudad en la que hasta 1995 gobernaban los conservadores con mayoría absoluta. Fue él quien se encargó de coger las riendas de la secretaría provincial del partido en 2003, en un momento en que la formación no pasaba por su mejor momento, y cuatro años después se hizo con el bastón de mando.

Los expertos aseguran que la marca Baltar ni gusta ni vende

Quizás porque los recuerdos de tiempos pasados, menos propicios, permanecen todavía frescos en su memoria, Rodríguez pone el acento en la importancia de mantener la unidad. "Es muy importante transmitir sintonía", indica el regidor. Prometió gobernar "pegado a la realidad" y cuentan que así lo hizo. "En estos cuatro años han pasado más de 3.000 personas por la alcaldía. Es imposible resolver los problemas de todo el mundo, pero los ciudadanos deben sentirse escuchados". Esa parece ser la mejor baza de Paco Rodríguez: la cercanía. "Ha hecho muy buena labor de Gobierno, preocupado por los ciudadanos, por las políticas sociales, por la economía de la ciudad", resume el secretario provincial del PSdeG, Raúl Fernández.

Una receta que al PSOE le ha permitido ganar 4.468 votos, mientras que el PP municipal ha perdido 4.596. Aunque la ecuación es mucho más compleja y difícil de resolver de lo que parece a simple vista, el historiador Xusto González Beramendi no descarta que haya existido "trasvase de votos de centroderecha al PSOE". "Los socialistas de Ourense han mejorado su resultado por las divisiones internas en el PP de Baltar", opina. Coincide Beramendi con buena parte de los analistas políticos que estiman que en los comicios municipales se vota menos en clave de partido y más "a la persona". "El 22-M confluyeron diversos factores que no se dan en otras elecciones y en Ourense lo que se ha premiado es la gestión previa del gobierno de Francisco Rodríguez. Sin olvidar que, durante la legislatura, la corporación municipal no ha dado muestras de desave-nencias, como en otros ayuntamientos bipartitos donde sí ha habido disensiones internas. El electorado lo ha tenido en cuenta y ha respondido bien".

"Es muy importante transmitir sintonía", dice el alcalde Francisco Rodríguez

José Rúas, profesor de Técnicas de Comunicación Electoral en la Universidad de Vigo y autor del libro Manual del candidato electoral, coincide con Beramendi. Cree que el PSdeG de Ourense "ha hecho bien las cosas" frente a un PP de dos facciones, "la de Santiago", comandada por Alberto Núñez Feijóo, y la del barón provincial José Manuel Baltar, que pugna por dejar situado a su hijo en el partido antes de retirarse. "La marca Baltar no vende en la ciudad de Ourense y durante toda la campaña no ha habido imagen del candidato del PP [Rosendo Fernández] en la que no apareciera el hijo de Baltar [secretario provincial del PP] y eso no ha gustado", explica.

Opina Rúas que tampoco les salió bien a los conservadores la campaña de desprestigio emprendida sólo unas horas antes de que se abrieran los colegios electorales. El PP de Ourense acusó, sin pruebas, a su rival más fuerte en un comunicado de "urgencia" emitido en la jornada de reflexión. En la nota informaban a los ourensanos del supuesto "despil-farro" en que había incurrido el PSOE. Sin aportar ni una sola factura, los conservadores atribuyeron un gasto de 200.000 euros en sillas, mesas y mobiliario vario a la Concejalía de Urbanismo. Un comportamiento que, para Rúas, no pasó por alto el electorado. "El echar mano de una campaña de publicidad negativa fue interpretado como fruto de la desesperación del PP y generó un enorme descontento en el electorado", considera. Ello sin olvidar que al otro lado tenían al candidato a la reelección que se vendía con el eslogan "Ourensano coma ti" [Ourensano como tú]. La clave fundamental, según Rúas, es que "los electores siempre entenderán que un político se equivoque, pero no que meta la mano".