Brian Currin es asesor de la izquerda abertzale.

1. Usted se presenta como 'facilitador' de contactos entre partidos. ¿Con quién se está entrevistando para abordar la última propuesta de Batasuna?

Intento hablar a la mayor cantidad de partes para intentar entender sus posturas y sus reacciones ante la propuesta de la izquierda abertzale y generar respuestas positivas. Trato de reunirme con el mayor número posible de partidos políticos, unas reuniones en Madrid y otras en el País Vasco, pero no quiero mencionar con cuáles.

2. ¿Qué hará la izquierda abertzale si ETA vuelve a atentar?

No quiero especular sobre lo que pudiera decir la izquierda abertzale en ese caso, pero creo que si no condenan es porque su estrategia consiste en que ETA haga el esfuerzo de incorporarse a su iniciativa sin violencia. La izquierdaabertzale no quiere que se produzca una fractura en el conjunto del movimiento. Coincido con Jesús Eguiguren (presidente del PSE) en que una condena no es previsible en estos momentos, pero no quiero especular.

3. Eguiguren habla de una nueva fase de acuerdo entre partidos en Euskadi al que Batasuna debería llegar legalizada. ¿Qué tiene que ver eso con su planteamiento de un nuevo proceso negociador con exigencias a ETA y al Gobierno?

Si hay un nuevo proceso, está claro que tiene que desarrollarse en gran parte en el País Vasco. Los partidos serían esenciales en ese proceso y por eso es tan importante que Batasuna sea legalizada, para que pueda tener una participación completamente abierta y transparente. Pero también tiene que haber conversaciones en las que tenga un papel Madrid, porque en cuestiones como presos o desarme tiene que participar el Gobierno.

4. El Ejecutivo central insiste en que la izquierda abertzale y ETA ya tuvieron una oportunidad y la desaprovecharon.

Puedo entender que los continuos y repetidos fracasos en anteriores procesos de paz provoquen una gran desconfianza. También que no perciban nada nuevo en la propuesta de Batasuna, pero yo creo que ahí está la decisión rotunda e irreversible de que la violencia ya no puede ser utilizada en el futuro bajo ninguna circunstancia para influir en un posible proceso.

5. En su conferencia en Madrid me pareció entender que usted acusa los socialistas de rechazar la propuesta por temor a perder el Gobierno vasco.

Planea la posibilidad de que la legalización de Batasuna conllevase un incremento del voto nacionalista y que el PSE dejase de estar en el Gobierno, pero no es la razón fundamental. Si el PSOE pudiera apoyar el proceso sin comprometer su situación en España, querrían hablar y apoyar la iniciativa, aunque ésta tuviese coste electoral en Euskadi.