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"Publicar anuncios de relax es impensable para nosotros"

Giovanni Maria Bellu. Director adjunto del diario 'L'Unità'

DANIEL DEL PINO

Con más de 80 años de historia, L'Unità, el periódico fundado por el filósofo marxista Antonio Gramsci, estuvo ligado la mayor parte del tiempo al Partido Comunista Italiano. Con la llegada del siglo XXI, dejó de publicarse durante dos años por problemas financieros, pero desde 2008 ha recuperado el vuelo gracias a la dirección de Concita de Gregorio. Giovanni Maria Bellu es su mano derecha.

El Consejo de Estado español se ha mostrado favorable a prohibir los anuncios de prostitución en prensa. ¿Existe una ley en Italia que vete este tipo de publicidad?

'Los escándalos de Berlusconi han relegado el debate de los anuncios2

No. Ahora mismo estos anuncios se siguen publicando en la mayoría de los periódicos italianos. Algunos muy explícitos, como los que se pueden encontrar en un conocido diario romano. Hace un tiempo se abrió un debate legal porque se planteó la posibilidad de que detrás de esos anuncios se pudiera estar cometiendo un delito. Pero teniendo en cuenta que siguen apareciendo todos los días, está claro que aquel debate está superado.

El principal problema que plantean los periódicos que los publican es que estos anuncios son una importante fuente de ingresos.

Para L'Unità, la idea de publicar este tipo de anuncios es impensable. Estamos desarrollando una campaña en nuestra página web con reportajes audiovisuales en los que mostramos, a modo de denuncia, toda la publicidad que nuestros lectores ven como un ataque a la dignidad de las mujeres. Si publicáramos este tipo de anuncios, perdería el sentido.

'Denunciamos la publicidad que nuestros lectores estiman machista'

¿Tiene una idea de cuánto dinero ingresan los periódicos italianos con estos anuncios?

No sé una cifra exacta porque nunca se ha hecho este tipo de cálculo, pero visto que estos anuncios se publican sin ningún tipo de límite, estoy seguro de que se trata de un beneficio bastante relevante.

Otro de los razonamientos en contra de la ley es que como la prostitución no es ilegal en España, no existe un motivo para prohibir los anuncios. Además, se ha constatado que detrás de la mayor parte de estos anuncios hay mafias que se enriquecen a costa de la explotación.

'En L'Unità' recibimos una subvención pública anual'

Esa duda aquí ni se plantea porque el hecho de que la prostitución haya llegado al máximo nivel del Estado [los escándalos de Berlusconi] ha provocado que se hayan olvidado por completo los aspectos derivados de estos anuncios, que puedan afectar a los ciudadanos de a pie. Este tema ha quedado relegado.

¿Cree que es una contradicción que los periódicos que se enriquecen con esa publicidad escriban después extensos artículos defendiendo los derechos de las mujeres?

Seguramente lo es. En este caso, la contradicción es muy evidente, es clamorosa, porque estamos hablando de prostitución. Pero la publicidad en sí plantea siempre contradicciones constantes. Por ejemplo, se habla siempre de que hay que llevar una vida sana, pero luego vemos que los mismos medios llevan publicidad sobre bebidas alcohólicas. El problema es que con la situación económica actual, a la hora de poder sacar adelante un periódico o cualquier otro tipo de publicación, los anunciantes pesan mucho.

¿Existe un método de financiación alternativo para los periódicos? ¿Cómo se las apañan ustedes?

Nosotros no tenemos este tipo de problemas porque ni siquiera llevamos anuncios por palabras, que suponen unos buenos ingresos económicos. Este tipo de publicidad es típica de los periódicos locales o gratuitos. Nosotros, como fuente, tenemos la venta de ejemplares y, evidentemente, la publicidad, pero no de particulares que ofrecen cualquier cosa, sino de las grandes empresas. Y por último, también tenemos una cuota de financiación pública que recibimos cada año.

L'Unità' propició que un millón de mujeres se manifestaran reclamando su dignidad tras los escándalos de Berlusconi. Luego, los periódicos del presidente les atacaron por llevar en una campaña publicitaria a una joven con minifalda. ¿Cómo se han sentido?

Yo estoy muy contento porque quiere decir que la campaña ha funcionado. El cartel mostraba a una chica con la minifalda para dar la idea de que el formato de nuestro periódico se había reducido. Era una fotografía de una chica, sin más, sin ninguna connotación sexual. La campaña fue ideada por uno de los fotógrafos más importantes del país, Oliviero Toscani. Pero en un país cuyo primer ministro está imputado por prostitución de menores, se emplea la técnica de siempre: se descubre que uno ha robado una cosa y eso quiere decir que todos los italianos son iguales.

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